Crítica de 'Cupido': La apuesta por el género fantástico para adolescentes

Televisión Española no para de presentar nuevas webseries para su plataforma, Playz, que cumplió recientemente seis meses de edad y ya cuentan con veinte millones de visualizaciones sumando todas las de sus ficciones. Siguiendo esta línea de ofrecer novedades cada poco tiempo, el día 17 de mayo se estrenó 'Cupido', una nueva apuesta de la plataforma por las series juveniles, esta vez, abordando el género fantástico con una serie cargada de amor y no solo del romántico, sino de todos los tipos que se puedan contabilizar.

Con 'Cupido', se intenta apostar por el género fantástico, muy pocas veces explotados en nuestro país, recordándonos a la esencia de 'Ángel o demonio', serie emitida por Telecinco. Aunque salvando las distancias, el universo planteado por Frank Ariza, nos transporta a un mundo inspirado en la mitología grecolatina en la que poco a poco iremos adentrándonos. En el primer capítulo, no queda nada claro el origen de estos seres, pudiendo haber sido uno de los fuertes de este primer episodio, ya que el tema mitológico era uno de los ingredientes principales de esta ficción, pero no sale a relucir en su primera entrega haciendo que el espectador pueda perder el interés.

El misterio como origen de todo

El primer capítulo comienza con Marta (Songa Park), Amanda (Lucía Guerrero), Lucía, (María Hinojosa) y Chloe (Michelle Calvó) en el coche de Edrian (Mario Plágaro), el novio de esta, que está empeñado por presentarle a "su familia". Al llegar, descubre que el joven vive con un grupo de chicos de su edad en una gran mansión antigua decorada con pinturas que recuerdan a la diosa Venus de la mitología. Por si eso fuera poco, en el gran vestíbulo de la casa, donde también suelen estar, están acompañados de varios caballos. Un escenario que invita a querer indagar más en la historia aunque la cosa cambia en exceso cuando vemos el coqueteo entre los habitantes de la casa y sus invitadas, una escena que deja claro el público adolescente al que va destinada la serie.

La interpretación de las cuatro chicas es muy solvente, sobresaliendo el papel de Marta que, con más bien pocas frases, consigue ganarse al espectador por su espontaneidad y por los toques de humor que añade a una trama bastante cargada de misterio. Por su parte, Christian Sánchez y José Lamuño también defienden correctamente sus personajes, convirtiéndose el último en el malo oficial de la trama.

La flecha de Cupido, presente

Los hermanos de Edrian intentan hacerle entrar en razón, ya que ellos no pueden enamorarse. No solo lo tienen prohibido sino que podría terminar acabando con su vida si no termina él con la de su novia. Se abre un conflicto en el que el grupo de chicos teme por el bienestar común, dejando claro que Edrian tienen que tomar cartas en el asunto. En esa reunión podemos ver algún matiz con efectos especiales como la iluminación de ojos de Lamuño. Unos efectos especiales desentonan con el metraje, utilizados para dejar claro que la serie cuenta con ellos. Hay que tener claro que, como en otros aspectos, es mejor insinuar que enseñar directamente.

Con 'Cupido' como título, no es de extrañar que en cualquier momento, algún personaje de la serie sacase un arco y una flecha, aunque esta vez, parece ser que la serie de Ariza le intenta dar un giro al mito; las flechas serían utilizadas por los Cupidos para matar. En este caso, es Edrian quien apunta directamente a su novia, sin terminar de lanzarla. Sin embargo, lo que parece una macabra versión del dios del amor, tienen pinta de dar un vuelco en una de sus tramas y contarnos el objetivo real de estos series, otra cosa será descubrir si esas tramas están bien ensambladas ya que, en el primer capítulo, con la poca información que se da, parece hacer aguas en algunos puntos.

La localización, su punto a favor

Un valor añadido de la serie es su fotografía. Se agradece la particularidad que le da haber grabado en la antigua Estación del Norte de Madrid, cerrada desde 1993. Toda decorada con vegetación como si de la casa de 'Jumanji' se tratase, consigue darle un aire sofisticado alejándose de espacios pequeños o planos muy reducidos y creando en todo el set un único espacio. Quizá parece excesivo ver a caballos corriendo por las salas, solo hubiera faltado pegarles un cuerno y decir que son unicornios.

Ni la trama es espectacular ni la relación con la mitología, uno de sus puntos fuertes, ha sido contundente en su primer capítulo, y es que apostar por este género es arriesgado. Sin embargo, Playz, plataforma muy segura del público al que está dirigida, ha tratado el género de una manera en la que, a pesar de que no se convertirá en un titulo de culto, sí tiene cabida entre su catálogo. Habrá que esperar para ver si nos sorprende reforzando esas subtramas vinculadas a la cultura grecolatina o si, por el contrario, seguirán alimentándose de relaciones románticas como el epicentro de este primer capítulo.