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Ana Rosa Quintana, en imágenes 42 fotos
Este miércoles Pablo Iglesias e Irene Montero se convertían en diana de críticas por la adquisición de su nueva vivienda: un chalet de la sierra madrileña valorado en 660.000 euros en el que planean criar a los mellizos que esperan. Personalidades políticas y usuarios en redes sociales juzgaban este elevado desembolso en un hogar situado en una alejada zona del núcleo madrileño.
La paternidad ha hecho mella en el líder de Podemos, que en 2015 mostraba otra postura respecto al lugar en el que prefería vivir. En un reportaje grabado junto a Ana Rosa Quintana, Iglesias salía a correr con la periodista por Vallecas, su barrio de entonces, por el que no escondía su pasión: "Sigue siendo un barrio popular, por eso me entusiasma".
Pablo Iglesias y Ana Rosa Quintana en 'El programa de AR'
"Llegará un momento en el que no puedas vivir aquí", le sugería la presentadora de 'El programa de Ana Rosa', idea que el político no contemplaba. "Me parece más peligroso el rollo de aislar a alguien porque entonces no sabes lo que pasa fuera", argumentaba Iglesias, y señalaba a "los políticos que viven en Somosaguas" y "viven en chalets" para indicar que "no saben lo que es coger el transporte público" o "lo que cuesta un café".
"Sabemos que muchas familias españolas no pueden permitirse una hipoteca así"
La localidad de Galapagar, cerca de la sierra madrileña, es el lugar elegido para vivir en un chalet que costará unos 660.000 euros y cuenta con más de 250 metros cuadrados construidos. Junto a Irene Montero y sus hijos, Iglesias disfrutará de una parcela con jardín de hasta 2.000 metros cuadrados que incluye piscina y casa de invitados.
Ante el aluvión de comentarios, el líder de Podemos ha decidido dar explicaciones a través de las redes sociales: "Pagaremos al mes algo más de 800 euros cada uno. Sabemos que muchas familias españolas, incluso con dos sueldos, no pueden permitirse una hipoteca así, y por eso entendemos que es tan importante defender salarios dignos para todos y todas". Reconociendo que los sueldos de su actividad profesional les permitirán hacer frente a esta inversión, señalan como factor de su decisión que "es difícil no llamar la atención desde el momento en que pisamos la calle y nos gustaría que nuestros hijos puedan vivir su infancia de la forma más normal posible".
