La decisión que marcará para siempre el destino de Oliver Queen en el 6x23 de 'Arrow'

Ahora que tiene el respaldo necesario, Oliver decide entrar en la comisaría y recuperar su control. Díaz no está allí, sólo los policías leales a él están en el edificio. Todos están un poco nerviosos con la presencia de Watson, Oliver les asegura que les ha conseguido inmunidad, al FBI le parece más importante detener a Díaz.

Oliver recurre de nuevo a Anatoly, es el único que puede ayudarles a encontrar al hombre que buscan. Mientras hablan por teléfono, Díaz entra en la parte de atrás del coche en el que Anatoly está. Díaz se muestra sorprendido de que Anatoly haya evitado la redada. Las explicaciones de Anatoly parecen convencerle y le explica que ha contactado con unos nuevos aliados "The long Bow Hunters", un grupo que todo el mundo cree que es un mito, y le da una dirección en la que debe estar, en una hora.

1 Trampa

Oliver quiere hacer las paces con Diggle, se disculpa con él y le entrega otro uniforme de Green Arrow, al fin y al cabo, no hay ninguna regla que diga que sólo puede haber uno. John cree que ese uniforme significa algo, él hizo que significase algo, y no quiere disminuir su valor, porque para la gente simboliza la esperanza. Este bonito momento es interrumpido por Anatoly, quiere entregarse y darle a Oliver la información que tiene.

Les explica que ha quedado con Díaz en 1 hora en esa dirección y allí estarán también los miembros de "The Long Bow". Oliver sabe perfectamente quienes son, la Liga les tenía miedo, pero se supone que el último de ellos murió en la década de los 50'. La Agente Watson está con el Alcalde, necesita su firma para que el FBI pueda trabajar en la ciudad, y recibe las noticias de que ya conocen dónde está Díaz.

Este último telefonea a Quentin desde el móvil de Laurel, quiere que revoque los privilegios del FBI y se vayan de la ciudad, o Laurel pagará las consecuencias. Quentin está convencido de que acabarán con Díaz esa misma noche y le manda al diablo.

El FBI y todos los demás llegan al lugar indicado, Felicity vuelve a estar detrás del teclado y les indica dónde percibe las huellas térmicas, la zona noroeste de la que Watson René y otros agentes están más cerca. En cuanto entran, el lugar se ilumina y pueden ver con claridad los explosivos y los sensores de movimiento que las detonarían.

Felicity va a tratar de engañar a los detonadores, en caso de que Díaz decida detonar las bombas él mismo. René cree que no va a salir de esta, y decide llamar a su hija para oír su voz. Mientras Felicity trabaja, Anatoly recibe la llamada de Díaz, quiere que sepa que va a detonar las bombas y las muertes son responsabilidad suya, por traicionarle. Por suerte para todos, Felicity ha conseguido lo que pretendía y nadie ha resultado herido.

2 Carrusel de las despedidas

Después de lo ocurrido, Oliver quiere que René sepa que se siente orgulloso de él, de lo lejos que ha llegado. El chaval quiere que Oliver sepa que esas palabras significan mucho para él. Quentin también está en la comisaria y les cuenta que Díaz tiene a Laurel, a Watson se le ocurre que puede concertar una reunión con Díaz, exigiendo ver a su hija, ellos le siguen y detienen al tipo.

Esta idea a Quentin no le gusta, sabe que el objetivo del FBI es detener a Díaz, sin importar lo que ocurra con Laurel, y Quentin no está dispuesto a jugar con la vida de su hija. En cuanto pone un pie en la calle, el Alcalde recibe una nueva llamada de Díaz, vuelve a pedir que eche de la ciudad al FBI, Quentin acepta sus términos a condición de que le deje ver a su hija.

Quentin ha notado cómo Oliver estaba escuchando la conversación, sabe que el que estaba al otro lado de la línea es Díaz y quiere asegurarle al Alcalde que puede confiar en él, no dejará que le pase nada a su hija. Quentin reconoce que han recorrido un largo camino desde la primera vez que le detuvo y siente curiosidad por saber cómo pudo engañar al polígrafo, Oliver le explica que el truco es simple, mantener un ritmo cardíaco constante, ahora él podría hacerlo gracias al marcapasos que lleva en el pecho.

Cuando llega la reunión, Quentin confiesa a Díaz que el FBI y los demás están cerca, que le lleve junto a su hija pronto. La Agente Watson está muy enfadada, tanto como para amenazar con detener a Quentin por obstrucción a la justicia. Oliver recuerda que Quentin le habló de que lleva un marcapasos y Felicity puede rastrear su posición, de ese modo encontrarán tanto a Quentin como a Laurel.

3 Carrusel de las despedidas

Oliver habla con Dinah, quiere asegurarse de que ella está de acuerdo con proteger a Laurel de Díaz, aunque eso suponga dejar a un lado su venganza personal, quiere darle las gracias por todo y disculparse porque no siempre ha sabido ponerse en sus zapatos. Ella también quiere disculparse, porque siente un gran respeto por él y ha sido muy dura.

Felicity ha visto cómo su marido ha ido hablando con todos y cada uno de los miembros del equipo, ella le conoce y no se le escapa el olor a despedida de sus palabras, sospecha que el acuerdo al que ha llegado con la agente Watson, tiene varios detalles que no ha compartido con ella. Curtis les interrumpe antes de que ella consiga averiguar nada.

Díaz se ha cansado, entra en la celda en la que retiene a Laurel y Quentin y amenaza con matarla a menos que él revoque los permisos del FBI para estar en la ciudad. Laurel está convencida de que Díaz va de farol, pero su padre se interpone en la trayectoria de la bala que iba para ella.

Este momento es interrumpido por varias explosiones, el FBI y el equipo están allí. Dinah llega a la celda en la que están Laurel y Quentin, juntas se abren paso para sacar de allí al herido, mientras los demás luchan con los hombres de Díaz. Este está en la azotea del edificio, esperando un helicóptero que le saque de allí, Oliver está allí para impedirle la huida. Cuando ya le tiene contra las cuerdas, Laurel aparece y, con uno de sus gritos manda a Díaz al océano.

Oliver está muy enfadado, está seguro de que Díaz no está muerto, lo que supone que esto no ha terminado de verdad. Gracias a Felicity, ha podido clonar la información que hay en el pen drive que Díaz llevaba al cuello, de ese modo consiguen arrebatarle la ciudad a Díaz.

Todos han ido al hospital, están preocupados por Quentin al que van a llevar a quirófano, mientras esperan a que le lleven, Oliver quiere hablar con él, sabe que cuando salga del quirófano ya no estará allí, no hace falta decir mucho más para que Quentin entienda lo que pasa, qué clase de trato ha hecho con Watson. Oliver cree que es algo que merece por todo lo ocurrido y quiere que sepa que ha sido un ejemplo de padre para él.

4 Un nuevo comienzo

Todos esperan impacientes el resultado de la operación de Quentin, Laurel ha avisado a Sara que se presenta allí como todos lo demás. La Agente Watson también aparece en el hospital, ha venido a detener a Oliver que, a cambio de inmunidad para todos, decidió entregarse. El FBI permanecerá en la ciudad hasta que Díaz sea detenido. La Doctora sale de quirófano para explicarles que Quentin ha fallecido durante la operación.

En la comisaría, Watson deja que Oliver hable con su esposa, que quiere que recapacite, pero él quiere que ella y su hijo estén a salvo, protegidos por la Agencia de la que Lyla es directora, de ese modo estarán a salvo. William está allí y Oliver quiere despedirse también de él.

Se llevan a Oliver, que hace una declaración pública ante los medios, les explica que él es Green Arrow, que siempre ha sido él y no quiere que nadie más cargue sus culpas, solo quiere que la gente de la ciudad no deje nunca de pelear por Star City, porque aún queda trabajo por hacer para que la ciudad esté a salvo.