¿Cómo será el mundo del futuro? Esta pregunta, tan repetida a lo largo de la historia, vuelve a ser formulada por Iñaki Gabilondo en la tercera temporada de 'Cuando ya no esté', el programa de #0 en el que distintos expertos divagan sobre cómo será nuestro planeta dentro de un cuarto de siglo. A sus 75 años, el periodista guipuzcoano sigue haciendo gala de "una curiosidad muy poco intensa y muy extensa", tal y como reconoce ante un grupo de medios, entre los que se encuentra FormulaTV, a los que ha citado para mantener una conversación distendida como las de su programa.
Gabilondo siempre ha estado ligado a la información de actualidad. La suya es voz inconfundible de la radio y su opinión se cotiza al alza en cualquier debate y tertulia. Fue el responsable de hitos periodísticos como el de 1995, cuando puso a Felipe González contra las cuerdas en una entrevista en directo en la que le preguntó directamente si había autorizado "la guerra sucia del GAL". Por eso, puede sorprender verle interesarse por otros ámbitos, aunque reconoce no haber sido nunca "un obseso": "Me han solido reprochar que, habiéndome dedicado tanto a temas políticos, tenga un interés razonable en la política".
Iñaki Gabilondo recibe a un grupo de periodistas para presentar la tercera temporada de 'Cuando ya no esté'
Habiendo sido Director de Informativos de TVE y habiendo pasado por cadenas autonómicas, privadas como Telecinco y Cuatro -donde aterrizó como valor seguro para el despegue de los informativos- y de pago, como CNN+, se puede decir que Gabilondo ha hecho todo lo que ha querido en televisión. Ahora, conduce en #0 lo que considera un programa "nacido para ser un rincón".
El adiós de Gabilondo
Un rincón poco convencional, con un escueto juego de cámaras, basado en una extensa conversación que le ha servido para atraer a muchos de sus invitados: "Todo el mundo tiene ganas de hablar de lo que está haciendo, lo que le horroriza es que le den dos minutos". Gabilondo "se arrincona" en un espacio marcado por sus numerosas inquietudes ("la gastronomía, la música, el arte, la decoración, la pintura... ¡todo!"), como una pieza de coleccionista en el actual consumo vertiginoso de televisión.
Iñaki Gabilondo siempre ha planteado 'Cuando ya no esté' como una oportunidad de "despedirme más o menos sabiendo por dónde se va moviendo el agua". No aspira a adivinar el futuro, y entre risas cree que si en 25 años se rescatan los testimonios "se descubrirá que no hemos dado una": "No estamos haciendo ningún pronóstico, ni yo lo pido, ni la gente si es un poco inteligente lo hace".
'Cuando ya no esté', un "regalo de fin de carrera" para Gabilondo
Es como si el periodista, de 75 años, quisiese preparar meticulosamente su retiro, dejar todo cerrado antes de poner el cierre a su carrera. "Puede que no sea el tío más listo de España, pero el más tonto tampoco". Sin perder el sentido del humor, reflexiona: "Llevo 50 años en la profesión, tengo algunos elementos de juicio para considerar esto una despedida. Yo prefiero considerarlo como un regalo de fin de carrera".
Sorprende esta capacidad para asumir que el final está llegando y su disposición a afrontarlo con entereza: "Yo sé bien hacerme mayor, lo sé desde pequeño, esto no se aprende. Vivir es una enfermedad degenerativa e irreversible pero yo lo he afrontado siempre con una extraordinaria naturalidad". Así, acepta que "viene el relevo y ya no participas en la pista central del partido". "Me se despedir muy bien", concluye sin excesiva nostalgia, aunque admite que hay un sueño que se repite muchas noches: el del sonido del carrillón de Cadena SER mientras él llega tarde al estudio.
TVE, el periodismo y las fake news "estructuradas organizativamente"
Aunque continúa con el foco puesto en la ciencia y tecnología, en esta temporada de 'Cuando ya no esté' amplía su curiosidad a otros ámbitos como la música o el periodismo. Reconoce que están "temblando las estructuras" del periodismo tradicional, si bien augura mucho futuro a la profesión: "Están naciendo 74.000 iniciativas periodísticas de mil distintas naturalezas en todo el mundo, pero como no se parecen a lo que hemos conocido, ni lo sustituye ni lo releva, no nos parece que son la solución del periodismo".
Iñaki Gabilondo, convencido de la necesidad de ejecutar la reforma de TVE
Con esta visión positiva, avisa a las generaciones venideras de que "el único ingrediente a nuestro alcance es la aportación de la mayor cantidad y calidad de periodismo decente" y les pide ampliar las miras más allá de las grandes urbes, observar ciudades pequeñas "donde se vive en su verdadera esencia la dificultad de la independencia". Con honestidad, reconoce pertenecer a un grupo selecto de periodistas privilegiados: "Quienes hemos tenido esta situación de privilegio no hemos tenido problemas, a nosotros nos han querido halagar, seducir, hacernos la pelota, pero, ¿tú te imaginas a alguien prohibiéndole a Carlos Herrera que haga una cosa?".
Sí le preocupa, no obstante, el reciente éxito de la manipulación informativa por parte de lo que cataloga como auténticos "embriones de industria de las fake news". Recurriendo a una metáfora, "igual que en las inundaciones lo primero que escasea es el agua potable, en las inundaciones de señales informativas lo difícil es identificar las señales de agua informativa potable". Teme cómo las mentiras están siendo "observadas astutamente" como "herramientas para la lucha por el poder", refiriéndose al caso de Cambridge Analytica en el Brexit o a las últimas elecciones estadounidenses: "Hay iniciativas que han estado estructuradas organizativamente para afectar el voto y eso ya son palabras bastante mayores".
Un futuro con dos vertientes y escaso interés en el medio ambiente
Iñaki Gabilondo aborda el futuro en 'Cuando ya no esté'
Recalcando que "lo más importante que va a pasar no se puede contar", Gabilondo dibuja dos líneas en nuestro futuro. "La ciencia y la tecnología en muy poco tiempo van a ofrecer respuestas y soluciones a muchos de los problemas que nos preocupan. No hay técnicamente una gran dificultad en encontrar soluciones para nada", indica, por un lado, y continúa, "pero, al tiempo, no se avanza sino que se retrocede en las cuestiones relacionadas con las relaciones humanas, sociales, políticas... El mundo avanza en la tecnología pero los problemas que pueden reventar el mundo, las tensiones derivadas de la desigualdad, los problemas políticos no resueltos de las tensiones entre países, etc., no solo no avanzan sino que se miran con inquietud".
Lo más leído
Por encima de estas dos vertientes, señala, muchos científicos se preocupan por "el poco caso que le está haciendo el mundo a los problemas de la naturaleza y el medio ambiente". En esta tercera temporada Gabilondo se sumerge también en el fondo de los océanos, ampliando ligeramente el espectro de temas del programa como fruto de esa extensa curiosidad que no siempre ha podido explotar y que ahora se permite exprimir en este regalo de fin de carrera.