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Bienvenidas al norte, bienvenidas al sur
Bienvenidas al norte, bienvenidas al sur
2018 - Act
España
Entretenimiento Divulgativo Realities
Rajoy, Sánchez, Iglesias, Rivera, Puigdemont, Junqueras, Arrimadas, Gabriel y demás políticos implicados, tenemos buenas noticias: hemos encontrado la clave para solucionar el conflicto independentista de Cataluña. Son catorce, catorce mujeres, siete catalanas y siete andaluzas, y su principal arma no requiere la intervención de cuerpos policiales. Les basta con tener disposición para convivir e iniciar un diálogo pausado, respetuoso y, ya que estamos, televisado, para que todos tomemos buena nota de su actitud.
Las protagonistas de 'Bienvenidas al norte', en Berga
El independentismo sabe mejor con un salmorejo
Huyendo de cifras y visión política, el nuevo programa del sello de Jordi Évole personifica el conflicto entre Cataluña y el Gobierno español en una convivencia real entre mujeres de Barcelona y Sevilla. El conductor de 'Salvados' propone hablar del famoso referéndum haciendo un salmorejo y no a voces en un parlamento. Y acaba descubriendo que, al final, la mayor diferencia entre la catalana Montse y la andaluza Loli es la cantidad de ajo que le ponen a la receta.
Las andaluzas 'Bienvenidas al norte' intentan entender catalán
En 'Bienvenidas al norte y sur' hay tiempo para el diálogo a pie de calle, observando banderas españolas y esteladas, pero también para charlas en torno a un té y unas pastas. Nadie pretender convencer a nadie, pero sí entender su postura y deshacerse de tópicos que en ocasiones demonizan una realidad que a través del televisor resulta demasiado distante. "Me voy a sentir en un sitio extraño", teme Sagrario en un inicio, que prefiere irse "a Portugal, que me siento muy apreciada". Temores que rápidamente todas dejan de lado.
Dejemos que hablen ellas
Las catorce protagonistas demuestran también el buen hacer femenino a la hora de mediar. Entre ellas la sangre no llega al río porque nunca olvidan que ante todo deben convivir -para bien y para mal-, y el espectador agradecerá que el espectáculo televisivo no torne en una carnicería. Ellas, que son mujeres y ciudadanas, se entienden bien. La cosa cambia, curiosamente, cuando un concejal de la CUP ("un independentista total, de los arraigaos, de los imposibles de convencer", dice María Antonia), que es hombre y es político, interviene en el debate y los ánimos parecen revolverse.
En palabras de Magdalena, ellas proponen "modos más femeninos e integradores" para solucionar el conflicto, en lugar de los retos y provocaciones propios del patriarcado. "Habéis sido muy valientes", las elogió el propio Évole en un mensaje proyectado durante la rueda de prensa del programa, deseando que "ojalá sirva de ejemplo a los políticos".
Las protagonistas de 'Bienvenidas al norte', en Montserrat
No olvidemos lo que nos une: el buen humor
El tono es amable y huye de la confrontación, de hecho habrá quien critique un exceso de humor o una visión quizás demasiado festiva de un asunto que involucra un referéndum ilegal, cargas policiales, políticos en prisión y la aplicación del artículo 155. Pero es que el asunto pesa ya suficiente y abordarlo con chispa sienta como una bocanada de aire fresco al debate social.
Y, además, es inevitable la cuota de humor que, por gracia natural, aporta una reunión de catorce señoras diferentes. La espontaneidad de posar ante un grafiti que pide la liberación de presos políticos y sustituir el tradicional "pa-ta-ta" por un "Jun-que-ras" no hay guionista que la escriba. Tras dos semanas de convivencia, todas acaban coincidiendo en la importancia del diálogo. Y, además, se dan cuenta de que le gustan tanto la bandera española como la catalana. "Si son del mismo color", reflexiona Isabel. Porque, al final, la diferencia radicaba en la cantidad de ajo.