El periodista ruso Arkady Babchenko murió en la noche del 29 de mayo, o eso es lo que el mundo entero pensaba. Ha aparecido en Ucrania un día después de que se le diese por muerto tras recibir tres tiros en la espalda en la puerta de su casa. Al parecer trabajaba con el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y orquestando su supuesta muerte evitarían que los servicios secretos rusos acabaran de verdad con su vida.
Arkady Babchenko en la rueda de prensa en la televisión ucraniana
Tras recibir los tiros, la mujer del periodista llamó a emergencias, y después se anunció que había muerto en la ambulancia. Sin embargo el 30 de mayo apareció en la televisión ucraniana en rueda de prensa para explicar por qué seguía vivo. "Aún sigo vivo", dijo. Al parecer el SBU sabían que el Servicio de Seguridad Ruso (FSB) estaba planeando una atentado que acabara con su vida y buscaron la manera de evitarlo cooperando con él.
Planearon que Babchenko pareciese haber muerto de verdad y así poder arrestar al autor del "atentado", y según comunicó el director del SBU, Vasili Gritsak, la arriesgada operación fue todo un éxito. El periodista no pudo más que agradecer su trabajo al SBU y pedirle "perdón" a su esposa, quien al parecer no sabía que la trama había sido previamente planeada.
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Críticas al gobierno de Putin
Arkady Babchenko tuvo que marcharse de Rusia por las amenazas que recibía contra él y su familia, pero no es el único que se oponía públicamente a Vladimir Putin. Los periodistas que le han criticado abiertamente han salido mal parados. Es el caso de Tatiana Felguengauer, que fue asesinada en la sede de la radio Eco de Moscú en octubre de 2017. La libertad de expresión está cada vez más limitada por el gobierno ruso, pero los periodistas siguen luchando contra el bloqueo.