Programa relacionado
Cuando 'Gran Hermano' desembarcó en Telecinco en la primavera del año 2000 se convirtió en todo un fenómeno que podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos, pilló a todos por sorpresa. De repente, todas las cadenas querían su propio formato de un nuevo género televisivo que, si no totalmente nuevo, se presentaba como nunca antes se había visto: el reality show. Mientras Antena 3 se apresuraba a producir 'El bus' bajo el claim "de los creadores de 'GH'", TVE esperaría año y medio para 'Operación Triunfo', no sin antes rechazar 'Supervivientes'.
Telecinco tomó así la delantera una vez más y fue la primera cadena española en estrenar un segundo programa de telerrealidad, basado en el original 'Expedition Robinson', un 10 de septiembre del año 2000. Pese a llegar más tarde a España, el formato es en realidad predecesor del neerlandés 'Big Brother' (1999). Se estrenó en Suecia en el año 1997, aunque llevaba registrado desde principios de los 90 en Reino Unido por Charlie Parsons.Muchas eran las diferencias de aquel 'Supervivientes: Expedición Robinson' (a Telecinco siempre le ha gustado añadir una coletilla al título simplificado) con respecto al original. Fueron dos únicas ediciones fieles al formato original antes de que Antena 3 adquiriese los derechos para la adaptación con famosos en directo al estilo italiano. Globomedia (2000-2005) produjo el programa hasta su regreso a la cadena de Fuencarral en la séptima edición. Entonces pasaría a producirlo Magnolia TV (2006-2015) ocho ediciones más, cuando sería adquirido por Bulldog Producciones, poseedora actual de los derechos.
Han pasado 18 años y el formato suma, incluyendo sus diferentes variaciones y cambios de cadena, un total de 17 ediciones en nuestro país; si bien mantiene -e incluso supera- el éxito del primer día con audiencias que sobrepasan el 30% de share, todo un acontecimiento en la televisión actual. En FormulaTV realizamos una retrospectiva nostálgica a aquellas dos primeras ediciones de Telecinco, protagonizadas por anónimos, en las que la audiencia aún no tenía ningún poder, como sigue ocurriendo todavía en televisiones de otros países.
1 'Supervivientes' no era la vida en directo
Fun fact: aunque 'Supervivientes' vio la luz precedido del fenómeno 'GH', desde la productora confiaron en su éxito antes del estreno del programa de encierro. En realidad, 'Supervivientes' se grabó entre el 9 de abril y el 25 de mayo del año 2000, es decir, comenzó dos semanas antes de que Ismael Beiro y compañía entrasen en la casa situada entonces en Soto del Real.
Como ya hemos señalado, TVE fue la primera cadena que pudo emitir el reality de supervivencia. Sin embargo, viendo las críticas que se le podían venir encima, decidió dar marcha atrás. Globomedia, no obstante, siguió adelante con las grabaciones dado que su producción se encontraba en fase avanzada, a pesar de no tener una cadena que asegurase la emisión del concurso. Finalmente, sería Telecinco el canal interesado.
Eran un total de 45 días de concurso que no se emitían en directo. Cada episodio recogía lo más destacado ocurrido a lo largo de tres jornadas, que incluían un juego de recompensa y uno de inmunidad, y culminaba con la expulsión de uno de los concursantes. En un momento en el que los espectadores querían sentir que observaban a través de la cerradura, la idea no cuajó del todo y en la segunda edición se incorporaron resúmenes diarios y un plató con el que realizar conexiones en directo desde la isla para dar sensación de instantaneidad.
Se redujeron así los tiempos pero comenzó un galimatías temporal disimulado como buenamente se pudo. El programa formó los equipos en plató y despidió a los concursantes en directo y, desde ese momento, cada gala semanal mostraba tres días de aventura como en la primera edición, de manera que la emisión en directo iba distanciándose cada vez más de lo ocurrido en la isla. Para preservar el secreto de la narrativa televisiva, nunca se conectó en directo con los supervivientes. Como contrapartida, esto dio opción a entrevistar a los concursantes a medida que iban siendo expulsados y a contar con la opinión de familiares y amigos.
2 El poder residía en los concursantes
Al contrario que en el 'Supervivientes' actual, en el que los periodos de expulsión se alargan una semana, en las ediciones originales este proceso se condensaba en tres días. Al no haber directo, las decisiones las tomaban únicamente los concursantes y no la audiencia. Ellos eran, con sus votos, quienes expulsaban e incluso elegían al ganador, merecedor en la primera edición de 60.000 euros y, en la segunda, de 120.000 euros.
Un total de 16 concursantes comenzaban la aventura divididos en dos bandos, el Norte y el Sur, separados en localizaciones distintas e identificados con los colores azul y naranja. En una primera fase, competían por la inmunidad en un reto por equipos. El perdedor debía acudir al Consejo de la Isla, donde cada concursante tenía un voto para expulsar a uno de sus compañeros. El que más votos reuniese, abandonaba definitivamente el concurso.
Cuando quedaban diez náufragos se producía la unificación y comenzaba la competición individual. El premio de los juegos de inmunidad recaía entonces en una única persona, como los de recompensa, y los demás se exponían a la expulsión por parte de sus compañeros. Los eliminados a partir de la unificación eran quienes decidían, al final del programa, quién merecía ganar.
En la primera edición los concursantes debieron guardar durante meses el secreto de la victoria, mientras que en la segunda los votos se leyeron de vuelta a plató, en directo. Además, en esta ocasión los espectadores eligieron al Superviviente Popular, premiado con 18.000 euros.
3 Un casting de concursantes sin caché
Los participantes eran otro de los grandes puntos de diferencia con respecto al 'Supervivientes' actual. Lejos de ser estrellas mediáticas, el casting estaba formado por completos anónimos movidos por la aventura, la competición, el afán de superación e, innegablemente, el premio final, si bien el maletín no era tan sustancioso como en otros reality shows.
Es imposible olvidar a Ana, Aketza o Elena de la primera edición; así como a Amagoia, Kaky o Coco, de la segunda edición. En esta, los participantes, más pícaros, llegaron a escaparse a poblaciones cercanas en busca de comida. Inolvidables también Francesca, Amate, Freddy y Esther, unidos en un pacto para eliminar al resto de sus compañeros. La mecánica original, en la que solo expulsan los concursantes, propicia un juego más estratégico marcado por los números y las negociaciones, como ocurre aún en el 'Survivor' estadounidense.
Por encima de todos ellos, Xavi y Freddy, ganadores de la primera y segunda edición respectivamente con casi unanimidad de votos entre sus propios compañeros. Ambos se convirtieron en el auténtico superviviente al encarnar los valores indispensables del aventurero. Años después, se dejaron ver como comentaristas de las hazañas de 'La isla de los famosos' en Antena 3.
4 Perdidos en Panamá y en Seychelles
Lejos de quedarse en la inmutable Honduras, 'Supervivientes' experimentó con dos localizaciones radicalmente distintas en sus dos primeras ediciones. La primera transcurrió en la isla Bastimentos, al noroeste de Panamá, mientras que en la segunda el equipo se desplazó hasta las Seychelles, en la costa este de África, concretamente a las islas Silhouette y North Island.
En aquellas ediciones, los dos grupos de náufragos se encontraban marcadamente distanciados y vivían aislados el uno del otro. Además, tenían una posibilidad real de desplazarse libremente por el entorno en busca de comida y materiales, los cuales no les fueron facilitados en la segunda edición. O, al menos, eso era lo que aparentaba la narrativa del programa, favorecida por el montaje. La celebración de pruebas era la ocasión idónea para mostrar otros escenarios de estos espectaculares parajes.
5 Los presentadores
Juanma López Iturriaga fue el primer presentador de la historia de 'Supervivientes'. Un exdeportista, alejado del perfil de sucesores como Paula Vázquez, Jesús Vázquez o Jorge Javier Vázquez, con el que el programa quería impregnarse del espíritu aventurero y competitivo que caracterizaba a las primeras ediciones. El bilbaíno debió quedar satisfecho con la experiencia, pues viajó a las Seychelles también en la segunda edición.
En esta ocasión se unió a él Paco Lobatón, un periodista de prestigio que presumiblemente seguía los pasos del acierto que supuso Mercedes Milá en 'GH'. Lobatón se encargaba de lidiar con familiares e invitados en el plató y de someter a los expulsados a una entrevista en profundidad a su llegada a Madrid. Curiosamente, la segunda edición contaba con la opinión meteorológica de Mario Picazo, que entre 2007 y 2009 viajaría a Honduras como copresentador de 'Supervivientes'.
6 Un éxito de audiencia... que no era 'GH'
Las dos ediciones de 'Supervivientes' promediaron en Telecinco un buen 21,9%, con 2.880.000 espectadores de media en el primer caso y 3.350.000 en el segundo. La final de la primera edición se elevó incluso al 28,3% de share y reunió a más de cuatro millones de espectadores, mientras que doce de las catorce entregas de la segunda edición se mantuvieron siempre por encima de los tres millones de espectadores.
Si bien los datos nos parecen hoy envidiables, en aquel momento las audiencias acostumbraban a moverse en cotas muy altas y el nivel de exigencia a un programa era elevado. Sumado al hecho de que ninguna de las ediciones lideró en al menos la mitad de sus emisiones y a la inevitable comparación con el huracán 'Gran Hermano', Telecinco decidió prescindir del formato y no darle una tercera oportunidad hasta recuperarlo reconvertido años después.
Los datos de audiencia no eran malos pero 'Supervivientes' no lograba el fenómeno que la cadena experimentaba con el reality de encierro. El éxito social era inferior y, además, los contenidos del programa eran más reducidos, de forma que ni retroalimentaban al resto de la parrilla, ni eran explotables por múltiples vías. Por aquel entonces, el público se asomaba a las posibilidades del género reality y demandaba la vida en directo.
Quizás, además, era más fácil sentirse identificado con las dificultades de la convivencia que con los retos que presentaba una isla desierta, donde además los participantes tenían una media de edad más elevada. Sea como sea, el formato 'Supervivientes' emprendió su propia aventura para sobrevivir en la parrilla televisiva hasta convertirse en el gigante que es hoy en día.