Programa relacionado
Aprovechar la nostalgia de un formato que marcó un hito en televisión y reconvertirlo en un nuevo programa con las tendencias audiovisuales y sociales actuales. Ese era el reto marcado por #0 y Zeppelin TV a la hora de producir una nueva edición de 'Fama a bailar'. Mismo espíritu, misma presentadora -Paula Vázquez- pero nueva Escuela, nuevo profesorado dirigido por Igor Yebra, nuevos estilos de baile y, sobre todo, una nueva generación de jóvenes que no siempre encuentra su hueco en televisión. Nuevas expectativas que se han visto ampliamente satisfechas.
Paula Vázquez y Wondy, ganadora de 'Fama a bailar'
Una técnica audiovisual inédita
De hecho, se ha trabajado con cámaras apenas utilizadas en televisión -y muchísimo menos en directo-, que capturan una imagen "bruta" con toda la información. Esta imagen requiere una compleja postproducción en la que se ajusta luminosidad, saturación, tono y demás aspectos hasta dar con la estética deseada. Similar a una captura en formato RAW, para quienes entiendan de fotografía. El proceso se ha desarrollado con la mayor instantaneidad posible, si bien inevitablemente ha conllevado sacrificios que han afectado sobre todo al contenido.
La realización de 'Fama a bailar', al servicio del espectáculo de baile
Tal y como reconocía el equipo a FormulaTV, en ocasiones ha sido imposible estar en el lugar y momento adecuados con semejante despliegue tecnológico y, además, la irrupción de los técnicos ha podido cohibir a los concursantes. No obstante, el resultado global, cuyo clímax se ha alcanzado durante las coreografías, ha compensado estas pérdidas a cadena y productora. El reto es reducir a cero estos agujeros negros y, si se consiguiese, la técnica podría aplicarse a un programa de directo frenético como puede ser 'Gran Hermano', de manera que el espectador pase de mirar por la cerradura a sentir que está viviendo una historia de la que quiere formar parte.
Lejos quedó aquella columna de la primera Escuela que convertía la realización en objeto de bromas. 'Fama a bailar' nos deja un aplaudible ejercicio por la creatividad y la investigación en nuevas formas de hacer televisión, llevando un paso más allá el esfuerzo iniciado en 'El Puente', también de #0 y Zeppelin TV. Sin duda, la concepción que Movistar+ tuvo desde el inicio del talent show, en la que no primaba el contenido explosivo de la convivencia, ha favorecido esta manera de trabajar.
El baile, el auténtico protagonista
El 'Fama' de 2018' ha sido baile en estado puro. El programa se ha actualizado a las tendencias actuales y ha utilizado el arte de la danza como hilo conductor de la historia de superación de una nueva generación de jóvenes que no siempre se ve justamente reflejada en televisión -y, quizás por eso, está abandonando su consumo-.
La profesora Ruth Prim actúa junto a los expulsados de 'Fama a bailar'
Se ha cuestionado la ausencia de reality, con sus discusiones y romances, pero las dudas se han disipado en la pista de baile. La audiencia ha elegido ver a los concursantes moverse, ha premiado su extensa formación y ha primado las coreografías de alto nivel de los profesores. Los conflictos se han transformado en frustración o ambición por alcanzar la excelencia y las "carpetas" se han consolidado con parejas artísticas y no sentimentales, fruto del interés del público por ver cómo dos personas entablan un sistema engrasado de trabajo.
Y, aunque no podemos comprobar si este cóctel se ha trasladado a un éxito de audiencia como afirma la cadena, lo cierto es que el hashtag del programa ha sido Trending Topic prácticamente a diario, una proeza para una plataforma de pago. 'Fama a bailar' ha venido a #0 a acercar el canal a una televisión más viva, más social y con más horas de directo. Con una segunda edición prácticamente asegurada, lo más interesante será ver si el talent show se consolida como un referente para otros formatos o se queda en un experimento que, en cualquier caso, resultará imposible olvidar.
