Un minuto después de que Netta Barzilai, representante de Israel, se alzara con el micrófono de cristal tras ganar el Festival de la Canción de Eurovisión 2018, el Gobierno del país anunció que la edición 64 del certamen se celebraría en Jerusalén. Sin embargo, esta decisión le está dando más de un quebradero de cabeza a la Unión Europea de Radiodifusión. Y más aún, cuando el pasado 7 de junio, las autoriadades del país anfitrión les han lanzado un ultimátum al ente organizador del certamen, quien, cabe recordar, tiene la última palabra en la decisión.
El pasado 7 de junio, la Ministra de Cultura y Deporte de Israel, Miri Regev, ha asegurado que "le va a recomendar al Gobierno que si Eurovisión 2019 no es en Jerusalén, será en otro país". En concreto, ha sido el medio local The Times of Israel quien ha recogido las declaraciones de la política, quien también ha explicado a la televisión pública de Israel, KAN, los presupuestos que barajan para organizar el certamen.
Netta, ganadora de Eurovisión 2018
"A Israel le va a costar 14 millones de dólares y está ideado para mostrar al país. Por lo que, personalmente pienso que si Eurovisión no se hace en Jerusalén, no se deberían destinar fondos públicos para organizar el certamen", explicó Regev. "La capital oficial del Estado de Israel es Jerusalén, no debemos avergonzarnos de ello", aseveró.
El Gobierno israelí, preocupado
Por otro lado, estas noticias llegan días después de que Argentina cancelara un partido amistoso en Israel debido a que se celebraba en Jerusalén. Ante esto, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, que se encontraba en Reino Unido en esos momentos mostró su preocupación y aseguró que "esperaba que eso no afectara a otras áreas".
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Ante esto, el medio israelí Haaretz, tal y como publica wiwibloggs, cita a una fuente cercana al gobierno que asegura que las preocupaciones sobre si Jerusalén iba a ser o no la ciudad anfitriona del próximo evento comenzaron antes de que Netta y su "Toy" ganaran el certamen musical europeo.