'Juego de Tronos' terminará su último rodaje este mes de junio, aunque muchos actores de la serie ya han finalizado su parte. La entrega final, que no llegará hasta 2019, está levantando mucha expectación entre los seguidores, especialmente por todas las declaraciones que los actores están haciendo de la misma.
Recientemente, Emilia Clarke declaró que "estaba jodida" con la última sensación que dejará la Madre de Dragones a los espectadores al culminar la serie, o el propio Nikolaj Coster-Waldau que dijo que "la serie termina en sus propios términos. Cuando leí los guiones fue como 'woow' lo han conseguido". En esta ocasión es la actriz Hannah Murray, que da vida a Gilly, la que ha hablado del desarrollo de su personaje, y ha dejado sobre la mesa algunas cuestiones muy interesante sobre el final de la serie.
Hannah Murray en 'Juego de Tronos'
La actriz confesó a Watchers On The Wall que "los guiones finales fueron sorprendentes", matizando que la esencia de 'Juego de Tronos' por sorprendernos iba a seguir implícita, y que el final no iba a ser algo predecible ni obvio, y después declaró algo más llamativo, de lo que se lleva ya hablando un tiempo, y que algunos actores nos han advertido para que no nos pille por sorpresa. Y es que todo parece indicar que el final de la serie será más "doloroso" de lo que podemos imaginar: "No será un final de cuento de hadas, de ninguna manera".
La actriz también habló de la evolución de su personaje Gilly. Contó que es uno de los pocos personajes que ha ido "ablandándose" a lo largo de los capítulos, algo llamativo puesto que casi todos los personajes de la serie han tenido la situación contraria, quizás destacando el caso más llamativo la evolución de Sansa Stark. Mientras en las primeras temporadas nos encontramos con una Gilly que nunca sonríe, fría e incluso algo distante, debido a los sometimientos del pasado, conforme crece junto a Sam va sacando un lado más tierno e inteligente, que dota al personaje de una evolución más entrañable.
Hannah Murray y John Bradley en 'Juego de Tronos'
También comenta que Sam (John Bradley-West) y ella son una de las pocas parejas que han sobrevivido a lo largo de las anteriores entregas: "Creo que hay algo en ellos que proviene de un lugar tan vulnerable que nadie les presta suficiente atención como para arruinar sus vidas. Entonces, han podido construir una vida y una familia en medio de todo ese caos, me parece algo realmente hermoso".
El pique de la salvaje
Una curiosidad de la actriz es que se mostró "picada" con el equipo cuando se produjo el rodaje de la escena en la que Sam confiesa a Brand Stark (Isaac Hempstead-Wright) que Jon Nieve en realidad es hijo de Lyanna Stark y Rhaegar Targaryen, puesto que no la incluyeron en la escena, a pesar de que, fue precisamente ella la que descubrió tal información.
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Más tarde confesó que en realidad lo entendía puesto que aunque ella había descubierto la información, había sido Sam el que había conseguido relacionarla para entender el origen de Jon Snow. Matizó que su personaje se complemente muy bien con el de Sam, y ambos se han necesitado mutuamente a lo largo de la historia. Y eso le parece encantador.