En la noche del 21 de junio 'MasterChef 6' viajó a Cantabria y le ofreció a los concursantes una prueba de exterior muy castiza, como es habitual. Divididos en grupos tuvieron que enfrentarse a la elaboración de dos platos cada equipo, siendo uno de ellos un postre que despertó muchas risas y chascarrillos.
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— MasterChef (@MasterChef_es) 21 de junio de 2018
Siendo uno de los momentos de la noche, y tras presentar todas las elaboraciones, lo más divertido para todos fue el descubrir los "chochitos ricos", unas pastas redondas típicas con relleno frutal. Tanto concursantes como jurados no dudaron en bromear con el doble sentido de la denominación de esta elaboración y desengrasar así el ambiente de tensión que existía ante la dificultad de la prueba y la próxima expulsión.
Pese a lo divertido de este momento, el postre de nuevo casi se convierte en un desastre por una equivocación de 70 huevos. Ni Sofía ni Marta interpretaron bien la receta y en vez de añadir 7 huevos y medio, terminaron añadiendo 75, retrasando el cocinado y poniendo casi en peligro el menú porque se sumaba a otro error de cálculo de otros ingredientes. Al final, con la rectificación a tiempo los "chochitos" salieron y se convirtieron en uno de los mejores platos, en palabras del propio jurado.
Víctor y sus claras ideas hasta el final frente a Oxana
Aunque todo parecía ir bien, la tensión terminó saltando por un momento entre Oxana, la capitana del grupo, y Víctor. El que se convertiría en el décimo expulsado no conseguía comprender la forma en qué estaban cocinando tanto ella como Dani, su otro compañero, las patatas para su plato.
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Después del tira y afloja, en el que Víctor no paraba de bajar la temperatura de las cocinas y abrir las cacerolas, este terminó cediendo de mala gana sin comprender aún qué hacían. Al final Jordi Cruz que llegó para mediar aunque terminará comparándole con Jon por su forma de reaccionar, los concursantes lograron entenderse y dejaron atrás sus diferencias. Sin embargo, esto no salvó a todos de la eliminación y solo uno de los tres, Dani, consiguió evitar el delantal negro y no acudir a la última oportunidad.