9 grandes frases de Doña Fina en 'La que se avecina'

El 24 de junio de 1944 nacía Petra Martínez, una de nuestras actrices que más trabajos ha desempeñado, capaz de defender cualquier registro que le propongan. Su labor tanto en la pequeña como en la gran pantalla y encima de los escenarios ha sido reconocida en diversas ocasiones, obteniendo varios galardones en diferentes festivales, como los cuatro premios recibidos por parte de la Unión de Actores. Sin embargo, aunque cuenta con una larga trayectoria, uno de sus personajes con los que ha podido darse a conocer a un público mucho más amplio es el de doña Fina en 'La que se avecina'.

Cuando conocimos a doña Fina era una mujer misteriosa que guardaba muchos secretos, pero sobre todo destacaba por su peculiar carácter, una forma de ser y de actuar que no pasaba desapercibida por sus vecinos. Aunque se incorporó al reparto cuando la ficción ya estaba consolidada en el panorama televisiva nacional, rápidamente se hizo un hueco en la serie, ganándose el respeto de sus fieles seguidores y convirtiéndose en uno de los personajes que más juego ofrece en las diferentes tramas. Desde FormulaTV queremos rendir nuestro particular homenaje a Petra Martínez recordando algunas de las mejores frases de doña Fina en 'La que se avecina'.

1 "Mala y puta. Es que lo tienes todo, hija"

Una de las principales aficiones que tiene doña Fina es descalificar a sus vecinos, sacando a relucir las particularidades de cada uno. De este modo, los insultos son el pan de cada día de su vocabulario, por lo que es habitual que de su boca salgan malas palabras, sobre todo cuando se cruza con algunos de sus vecinos. "Mala y puta" suelen ser las expresiones más utilizadas por ella, especialmente si Berta, Lola o la Cuqui son las destinatarias de sus palabras.

2 "¿Qué habláis de mí? / ¿Qué hacéis ahí?"

Desde que llegó a Mirador de Montepinar, Fina se convirtió en una especie de policía y está atenta todo lo que sucede en la comunidad, incluso cuando las cosas no han ocurrido, ella ya lo sabe. Así pues, anticiparse a los hechos es la especialidad de doña Fina, aunque no siempre pueda controlarlo absolutamente todo y sus vecinos consigan conversar y reunirse sin que ella se entere. Pero la desconfianza de doña Fina no tiene límites y siempre está dudando de sus vecinos, aunque en el fondo no estén hablando de ella. Así pues, es de lo más normal escucharle decir frases como "¿Qué habláis de mí?" o "¿Qué hacéis ahí?".

3 "Cállate sosaina, que no me extraña que estés solo. Las has matado a todas del aburrimiento"

Otra de las especialidades de doña Fina es conocer cada una de las vidas de sus vecinos, hasta el más mínimo detalle. De hecho, sus conocimientos son tan completos que nadie sabe cómo ha sido capaz de aprender tantas cosas en tan poco tiempo. Tener tanta información en su poder le sirve para saber qué decir en cada momento para herir la sensibilidad de sus compañeros de edificio. Enrique sabe muy bien qué es sufrir los comentarios hirientes de doña Fina y tuvo que aguantar que se metiera con sus habilidades para socializar y encontrar pareja, soportando que su vecina le dijera que estaba solo porque puede llegar a matar a la gente de aburrimiento.

4 "¡Yo solo soy una anciana indefensa!"

Insultar, cotillear y meterse con sus vecinos no son las únicas habilidades que tiene doña Fina, también es capaz de tirar la arena de su gato por la ventana o de estropear los coches de sus vecinos. Pero quizá, lo más grave que haya cometido desde que la conocemos es conservar la sangre de todas las novias de su hijo para investigar sobre sus vidas en profundidad y conseguir a cualquier precio que rompan su relación con su adorado primogénito. Aunque en más de una ocasión han tenido pruebas de sus fechorías, doña Fina siempre se defiende argumentado que solo es una "anciana indefensa".

5 "¡A pagar, a pagar!"

Las derramas en las comunidades de vecinos suelen ser uno de los grandes temores y pesadillas, sobre todo si resides en Mirador de Montepinar, donde suceden tragedias cada dos por tres y siempre necesitan dinero para arreglar los destrozos o las deudas que tienen que afrontar por las ilegalidades que cometen. Doña Fina es aficionada a aprovechar las malas noticias para burlarse de sus vecinos, sobre todo porque ella nunca tiene que pagar nada porque no es la dueña del piso en el que reside y es su hijo el que se encarga de desembolsar el respectivo dinero.

6 "¿Ya me estás llamando vieja?"

Aunque doña Fina siempre se está metiendo con sus vecinos y aprovechando cualquier circunstancia para burlarse de ellos o abochornarles, no soporta que le paguen con la misma moneda y se burlen de ella. Pero, quizá, lo que más molesta en el mundo a Fina es que se mofen de su edad y la llamen vieja. Por este motivo, cada vez que escucha la temible palabra, doña Fina saca a relucir su mal humor y su genio y se lanza a preguntar de forma amenazante si le están llamando vieja. Evidentemente, nadie se atreve a confirmar la teoría, pero en el fondo hace bien sospechando porque es la forma que emplean para dirigirse a ella.

7 "¡Yo no he rayado un coche en mi vida!"

Del mismo modo que ella misma se considera una simple anciana inocente e inofensiva incapaz de hacer cualquier mal, doña Fina nunca ha reconocido que sea ella la culpable de los arañazos que aparecen "misteriosamente" en los coches de los habitantes de Mirador de Montepinar. Obviamente, todos saben que es ella la responsable de tal fechoría, por lo que llegaron a grabarle para demostrar que es culpable, unas imágenes en las que se podía ver a la perfección que era ella, por mucho que se pusiera una bolsa en la cabeza para intentar pasar desapercibida.

8 "Contigo no, ¡sinvergüenza! Que vas destrozando matrimonios para hacer negocio y tu marido te los puso bien puestos"

Al igual que Enrique, Rebeca también tuvo que soportar los comentarios hirientes de doña Fina. Ser una recién llegada y una simple alquilada no le libró de que la anciana supiera cada uno de los detalles de su vida, aprovechando esos datos para meterse con ella. En concreto, la anciana conocía a la perfección que Rebeca estaba divorciada y que Santi, su ex marido, le había puesto los cuernos, motivo por el que decidió abandonarle y refugiarse en Mirador de Montepinar. Pero lo que doña Fina peor llevaba era que Rebeca, como abogada que es, se dedicara a llevar los divorcios de sus vecinos.

9 "Vergüenza os tendría que dar, que vuestra madre se ha dejado los riñones pariendo a unos parásitos paletos, contenta debe de estar la pobre mujer"

Una de las relaciones más extrañas que hemos visto en 'La que se avecina' es la de Amador y doña Fina. Parece mentira pero la anciana ha sido capaz de ganarse el aprecio de uno de sus vecinos, con el que ha compartido momentos de divertimento y alguna que otra copa. Además, la mujer aceptó que Amador se convirtiera en su niñera particular para que su hijo se pudiera marchar a China tranquilo, sabiendo que su madre estaba bien vigilada y cuidada. Sin embargo, aunque Amador es un gran aliado, ni eso le ha servido para librarse de los comentarios hirientes de doña Fina, palabras que también tuvo que aguantar su hermano Theodoro.

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