El restaurante del amor que regenta Carlos Sobera en el famoso dating show de Cuatro da tantos titulares fuera de lo que realmente promueve 'First Dates', que hay citas en las que parece que lo menos importante es la búsqueda del amor. A esto no solo hay que sumarle los variopintos perfiles de solteros que maneja el programa, sino también la puntería de Cupido a la hora de lanzar sus flechas que, en muchas ocasiones, no da en el centro de la diana.
Miguel y Ana, dos solteros con muy poco en común en 'First Dates'
Este parece haber sido el caso de Miguel y Ana, que parecían no entenderse mucho en su primera cita. Pese a todo ello, los dos comensales no se dieron por rendidos y no cesaban en su empeño de buscar algo en común entre ellos que hiciera saltar la chispa del amor. Ana, para romper el hielo, decidió jugar a las tarjetitas del amor para conocer mejor a su compañero de mesa y ver si realmente estaba ante su media naranja.
Con esta primera tarjeta, Ana se atrevió a preguntarle a Miguel si tendría en algún momento una relación abierta. "Más abierta que cerrada, o sea que sí", respondía el soltero de oro ante la sorprendida Ana, que se negó a tener relación abierta alguna. En cuanto a fetiches sexuales (otras de las preguntas de la noche), Miguel parecía tenerlo claro. "No me consideres puerco ni marrano, pero para Reyes quiero una muñeca hinchable con pelo de verdad", confesó Miguel.
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Activos en la cama
También hubo momento para hablar si Miguel era "activo o pasivo" en la cama, a lo que el pretendiente aseguró que era un amante activo, al igual que Ana. Para terminar, y en relación con la pregunta de la pareja abierta, la tarjetita del amor preguntó si los dos desconocidos eran asiduos a tener relaciones sexuales con más de una persona a la vez, algo que los dos negaron. Pese a su nula conexión, los dos presumieron de tener estos dos puntos en común. Aquí quien no se consuela, es porque no quiere.