AMOR PLATÓNICO

'First Dates': Un comensal intenta seducir a Matías y este acaba declarándose a Lidia Torrent

El camarero, felizmente enamorado de su compañera Lidia, vio como uno de los solteros le lanzabas las flechas del amor ante su fatídica cita.

Por Redacción El 24 de Julio 2018 | 17:02

Todo es posible en el restaurante del amor que regenta Carlos Sobera en Cuatro. Por 'First Dates' pasan todo tipo de solteros, desde los que van totalmente enfocados a sorprender a su cita como aquellos que van a probar suerte, sea con quien sea. Muchos creen que su media naranja está donde menos lo esperas. Y ese pareció ser el caso de Víctor, uno de los últimos solteros en presentarse en el dating show.

Víctor y Matías, un amor imposible

Nada más entrar en el restaurante, el pretendiente pareció haber sentido el flechazo directo de Cupido. Sin esperar a su cita a ciegas, Víctor se marcó su primer objetivo: el camarero del restaurante. "No me habían dicho que tenía una cita tan guapa", dijo el joven mientras no quitaba ojo a Matías Roure, el camarero en cuestión. Víctor parecía presagiar la poca conexión con su cita y se quedó prendado del argentino.

Víctor, que se definió como un chico "celoso y caprichoso", hizo que el camarero tomara posiciones y le dejara claro que la cita era aquella persona que se iba a poner frente a la barra, no tras ella. Matías, ni corto ni perezoso, no dudó en aprovechar la oportunidad para declar su amor por la también camarera del programa Lidia Torrent. "Yo estoy trabajando y felizmente enamorado de ella. Ojalá te enamores como yo me enamoré de ella en este restaurante", dijo el argentino.

Relación de una semana

Ridículo, patético o flipado fueron algunos de los calificativos con los que Víctor definió a Fran, al cual le pareció que Víctor era un chico "perfecto". Una pena que la opinión entre los dos no fuese mutua. Fran, soltero de oro, confesó que solo ha tenido una relación que duró "una semana", lo que a Víctor le pareció "patético". Tras el postre, el feeling entre los dos pareció no arrancar y los dos solteros salieron del restaurante igual que entraron: con las manos vacías.