La imagen de Allyson Mack que teníamos cuando era la intrépida y dicharachera amiga de Clark Kent en 'Smallville' se ha ido poco a poco difuminando desde que se vio involucrada en la secta sexual NXVIM, en la que cometió toda clase de abusos y extorsiones en su papel de maestra de una de las hermandades de la misma. Es de esperar que, igual que ha pasado con los espectadores, sus compañeros en la serie se encuentren igual de sorprendidos por la noticia, como ha confirmado Michael Rosenbaum.
Michael Rosenbaum como Lex y Allison Mack como Chloe en 'Smallville'
El actor que interpretó A Lex Luthor se encontraba en el podcast This Past Weekend cuando uno de los mensajes del público le preguntó por la noticia. Rosenbaum no se había pronunciado hasta ahora sobre las actividades delictivas de su excompañera, pero tampoco esquivó el asunto. "Todo lo que puedo decir es esto: cuando estaba en la serie era la persona más dulce. Una gran chica, una gran actriz, una profesional", comentó desde su recuerdo.
Así que, como es lógico, declaró sentirse muy sorprendido cuando conoció la noticia. "Es como si alguien te dijera "tu hermano mató a alguien", y tú dices "no, qué va, conozco a mi hermano", decía el actor, que pese a todo afirmó no haber tenido una relación especialmente estrecha con Mack por su diferencia de edad y gustos, y que si quedaba con alguien fuera del rodaje era con el actor que interpretaba a Superman, Tom Welling.
Aunque estaba muy lejos de sospechar que la actriz se viera envuelta en una red como la que se ha descubierto, el villano en la ficción sí que apuntó que mientras trabajaban juntos ya había notado algo. "Recuerdo que estaba en alguna cosa de autoayuda, yo creo que era algo diferente", hacía memoria Rosenbaum, que recuerda a Mack metida en alguna clase de "organización", en lo que pudo ser un preludio a su actividad en NXVIM.
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Esta reacción se produce cuando la que fuera Chloe Bennet en la serie afronta su segunda detención por su implicación en el culto. Está acusada de cargos como robo de identidad, extorsión, trabajo forzado, tráfico sexual, lavado de dinero, fraude electrónico y obstrucción a la justicia, todos ellos acometidos mientras trataba de ascender puestos en la organización piramidal en cuya cúspide se encontraba Keith Rainiere, también conocido como Vanguardia, líder en cuyo beneficio redundaban todas las actividades de la secta.