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Mediaset España anunciaba este martes que recurriría una multa de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) por considerarla "injusta, desproporcionada y arbitraria", aplicada como resultado de una "clara actuación persecutoria hacia la compañía". La sanción, derivada de un total de seis infracciones distintas, asciende a 1.094.006 euros y se debe a contenidos emitidos en 'Sálvame Diario' entre el 8 y el 10 de enero de este mismo año.
Uno de ellos es el de Chelo García-Cortés comiendo un plátano. 'Sálvame' mostró un montaje de la periodista, ataviada como Celia Cruz, en el que parecía que se sacaba y se metía un plátano en la boca mientras se escuchaban gemidos y otros efectos sonoros sexuales, insinuando la realización de una felación. Emitido en torno a las 18:30 horas, supondría una vulneración del horario infantil.
Chelo García Cortes simulando realizar una felación en 'Sálvame'
Aunque en un primer momento se indicó tan solo que el conflicto se originaba en dos temas en concreto con connotaciones sexuales, en un caso, y relacionados con un conflicto emocional, en el otro, basta con consultar los dos expedientes (uno y dos) de la CNMC para descubrir a qué asuntos se refiere la multa.
La prostitución y el suicidio, otros temas sancionados
La "felación" de Chelo García-Cortés se vio acompañada por otros temas especialmente espinosos que se abordaron en días colindantes. Por un lado, se especuló que la colaboradora María Lapiedra podría estar ejerciendo la prostitución, llamado con el eufemismo "ser princesa". La familia Caparrós protagonizó el resto de las polémicas: una prueba del polígrafo indicaba que Alonso Caparrós odiaba a su padre, se mostraron imágenes de este último encarándose a un reportero y se insinuó que Andrés Caparrós había considerado el suicidio.
La consecución de estas imágenes llevó a la CNMC a tomar medidas e imponer la multa económica indicada, si bien desde Mediaset se considera innecesaria la aplicación de la misma. El grupo de comunicación acusa al organismo de "hacer creer a la sociedad que cuida a la infancia" mediante una "hiperregulación" de la televisión generalista mientras descuida el consumo de Internet por parte de los más pequeños.
