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Una noche más 'First Dates' abría sus puertas a los nuevos solteros de oro, esos que desean más que nada encontrar el amor de su vida con alguien afín a ellos. En este caso Richi y Rafa fueron a parar a la misma mesa y la química fluyó muy bien entre ellos desde el principio. El primero, un barcelonés muy fanático de los ovnis y el segundo, un gaditano que vive con su madre vidente.
Richi y Rafa cenando en 'First Dates'
Tanteando el terreno de la convivencia, había que preguntar cómo de limpio es cada uno en su casa, por si las moscas. Por un lado Rafa fue muy explícito confesando que "soy un maniático. No me gusta vivir entre la mierda". Sin embargo, la respuesta de Richi no le gustó tanto: "Cuando ya veo que hay mucha mierda, venga, a recoger". Su pareja para cenar fue muy estricto respecto a ese tema en privado: "Recoger la casa cuando tiene mucha mierda me parece mal".
Hay esperanza
A pesar de ese inciso, que no le hizo mucha gracia al gaditano, la conversación se puso muy tierna y se hicieron confesiones. El tema niños salió a la palestra y dio la casualidad de que a ambos les gustan bastante. El protagonista de la cena, Rafa, mostró su parte más infantil contando una anécdotas familiares. Parece que el tiempo se les pasó a ambos volando y estuvieron muy a gusto, porque los dos aceptaron tener una segunda cita.