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Junto a los dragones, los Caminantes Blancos y las muertes inesperadas, el miedo a los spoilers casi se ha convertido en una parte más del universo de 'Juego de Tronos'. Las filtraciones han sido continuas, especialmente según la serie avanzaba e iba ganando en popularidad y resonancia en las redes. Para evitar que algo así afecte a la sorpresas que tenga preparadas el final de la serie, desde la producción han tomado ciertas medidas de seguridad, tal y como Sophie Turner relató al medio Digital Spy.
Sophie Turner como Sansa Stark de 'Juego de Tronos'
También se alteraba el nombre de los propios actores, que daban nombres falsos en algunos lugares de rodaje para no ser identificados. En la misma línea, la propia producción cambiaba de nombre, repitiendo una táctica típica de Hollywood para que no se sepa que una famosa película se rueda en un lugar atraiga a mirones o curiosos. Por cierto, el nombre elegido para cubrir a la serie era, en muchas ocasiones "El rostro de los ángeles", un título que sugiere algo muy diferente a la fantasía medieval de HBO.
La recta final
Turner, a pesar de todas las estrategias de ocultación, adelantó ella misma algunos puntos de lo que podremos ver en la octava y última temporada. Según ella será la más sangrienta, y en ella Sansa se convertirá en una mujer empoderada y en la "verdadera líder de Invernalia".
No obstante, no podemos saber cómo de literal son estas palabras o hasta qué punto se mantendrán a lo largo de la temporada. Se tratará únicamente de seis episodios, que llegarán ya en 2019, aunque, a cambio de la espera y la escasez en el número de episodios, éstos serán más largos y tendrán efectos como nunca antes.