Todo es posible en el restaurante del amor que regenta Carlos Sobera en Cuatro. Por 'First Dates' pasan todo tipo de solteros, desde los que son todos unos expertos en las artes amatorias hasta aquellos que, pese a su edad, son unos auténticos novatos en el mundo del amor. Este segundo caso pareció ser el de Victoriano, de 54 años, un comensal que llegó al restaurante con ganas de probar cosas nuevas en su vida.
Victoriano y Beatriz, un amor nacido de la fe
Cumple a rajatabla el estereotipo de hombre rural, alejado del rápido avance que viven las grandes ciudades. Tan alejado de la vida social parece encontrarse que el soltero aseguraba lleva toda la vida "sin amor ni cariño". "No he tenido suerte. Tuve una chica cuando tenía 20 años pero de muy poco tiempo, unos tres meses. Luego he estado con alguna chica algún sábado, o domingo, pero lo demás nada. Soy virgen y he sufrido mucho porque el amor es necesario. Eso es lo más importante que ha hecho Dios", confesaba el hombre.
"No se lo deseo ni a mi peor enemigo"
Tras los buenos consejos de Carlos Sobera, el soltero se confesaba con Matías, el camarero, mientras esperaba la llegada de su cita. "El amor me hace falta como el comer. Llevo toda mi vida sin cariño, sin amor y sin nada. Eso no se lo deseo ni a mi peor enemigo, Matías", aseguraba Victoriano. Menos mal que Beatriz, madre de tres hijos y compañera de cena del virginal soltero, pareció dar un poco de luz al oscuro túnel del amor que escondía Victoriano.
La fe, su nexo de unión
"Es raro que nunca haya tenido pareja, que no tenga hijos, que no esté divorciado o que aparte de tener la pareja de joven, no haya tenido nada más. Seguramente le hicieron daño", aseguraba Beatriz ante la situación del comensal. Un punto de unión entre ellos dos fue la religión. Esta pareja de creyentes rompió el hielo de su primera cena hablando sobre la fe que tienen a santos como San Antonio (al que Vitoriano lleva rezándole toda la vida para encontrar pareja) o la virgen de Fátima.
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Un final feliz
Ante la situación de Beatriz, con tres hijos al cargo, Victoriano se mostró totalmente tolerante a ello. "Siempre he querido tener una familia", aseguraba este, mientras Beatriz le avisaba de que sus hijos son para ella "lo primero". La cena tuvo finalmente un desenlace feliz, donde los dos solteros aceptaron a verse una segunda vez para afianzar la buena química que surgió entre los dos en este primer encuentro.