Raquel Morillas es, sin duda alguna, una de las concursantes más polémicas y recordadas de 'Gran Hermano'. Participante de la tercera edición del famoso reality show, Morillas pasó de la noche a la mañana de ser un absoluta desconocida a ser uno de los rostros más cotizados de la cadena de Vasile. Desde 'El programa de Ana Rosa' hasta 'Crónicas marcianas' pasando por 'A tu lado', todos la querían como colaboradora pero un trágico accidente, el fin de su relación con Noemí Ungría y la ludopatía convirtieron la fama en su peor enemigo.
Totalmente arruinada por su adicción al mundo del juego, la granhermana vio cómo poco a poco su teléfono iba dejando de recibir ofertas de trabajo. La típica historia del "juguete roto" que tantos y tantos personajes televisivos han tenido que sufrir, unos con mayor fortuna que otros. Raquel, por suerte, cuenta con un final feliz, y es que ya ha logrado superar la ludopatía que provocó su ruina años atrás. Así lo ha confesado en una entrevista ofrecida a El Español, donde asegura que "lo que ganaba, lo gastaba" al momento.
Raquel Morillas anuncia del fin de su ludopatía
Alejada del foco televisivo, esta "superviviente" televisiva se gana la vida actualmente como comercial, trabajo que le ha costado mantener porque asegura que los concursantes del reality de convivencia son "lo peorcito" visto desde fuera de la televisión. Es por eso que "no recomendaría a nadie entrar en 'Gran Hermano', el peaje a pagar es muy duro", asegura, aunque también reconoce que disfrutó mucho su estancia dentro de la casa. "Dentro de la casa me lo pasé muy bien. Me tocó ser un poco la hija de puta respecto a Patricia, pero bueno, fueron 35 días y disfruté muchísimo. Cuando salí me encontré el berenjenal", declara.
De su paso por 'Gran Hermano' se llevó también su relación con Noemí Ungría, que acabó en desastre. Tras una boda fallida, las dos volvieron a reencontrarse en 'Gran Hermano: El Reencuentro' para participar juntas, una experiencia que tampoco terminó nada bien. Morillas recalca las ganas de fama de su exmujer, la cual "mata por cinco minutos en tele". "Me metieron a Noemí y no me dijeron que iba a concursar con ella. Yo pensé que entraba a convivir con ella. Y sí, lo volvería a hacer, claro. Yo entraría, el problema lo tiene ella", asegura Raquel sobre su último periplo televisivo.
Totalmente recuperada
La fama y el dinero rápido que el mundo de la televisión ofrece aceleraron su adicción al mundo del juego, llevándola a "perder 1.000 euros en la ruleta" en una mañana, asegura. Pese a eso, reconoce que ya está recuperada y se encuentra muy bien. Fruto de esa estabilidad es su actual mujer, la misma que conoció mientras curaba su enfermedad y que le amenazó con dejarla si no abandonaba el juego.
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Pese a tener un discurso que pueda demostrar cierto rechazo al mundo de los platós, Morilla asegura que volvería a ponerse delante de las cámaras "con los ojos cerrados". Experta en hacer borrón y cuenta nueva, su reality por excelencia para volver a estar en el candelero mediático sería 'Supervivientes'. "Sería un autentico puntazo si me llevan", confiesa cuando se le pregunta por el reality de supervivencia, "siempre han potenciado mi faceta borde, cortante, pero soy lo más payaso que te puedes echar a la cara".