Nick Carter, uno de los miembros de los Backstreet Boys y rostro habitual de la pequeña pantalla, está siendo investigado por una querella interpuesta contra él por una presunta violación. Parece que las grandes estrellas norteamericanas se están viendo muy afectadas por el viral movimiento #MeToo. Ya no solo son los grandes actores y productores a los que este gran movimiento feminista les está salpicando, y bien seguro que aún nos faltan varios nombres por descubrir.
Nick Carter preparado para actuar con los Backstreet Boys
Volviendo con el cantante, el caso ha sido presentado por el Departamento de Policía de Santa Mónica, California, después de que se redactara un informe policial contra el artista en febrero de 2018. El cuerpo de policía estadounidense aún no ha confirmado la identidad de la persona que interpuso la denuncia, pero sí comentaron que el caso está siendo supervisado con especial interés por el departamento de investigaciones criminales.
Se repite la historia
Todavía no se conocen más detalles de este nuevo caso de supuesta violación pero, lo que sí se sabe es que no es la primera vez que acusan al cantante por ello. En noviembre de 2017, la cantante Melissa Schuman, exintegrante del conjunto Dream, sorprendió al acusar públicamente a Carter de haberla violado. En una larga y detallada publicación en su blog personal, Schuman aseguró que fue cuando ella tenía 18 años y él, 22.
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En aquel entonces, Carter mandó un comunicado dirigido a la revista People que decía: "Es la primera vez que escucho estas acusaciones. Estoy impactado y triste por las acusaciones de Schuman. Melissa nunca me dijo que lo que hicimos no fue consentido cuando estuvimos juntos o en cualquier otro momento desde entonces". Además, el cantante explicó que los dos grabaron una canción y actuaron juntos, y defendió que siempre fue "respetuoso" y "comprensivo" con ella, "tanto personal como profesionalmente". Después de la supuesta agresión sexual, la cantante intentó denunciar lo ocurrido, pero al final se echó atrás por cuestiones económicas, ya que Carter tenía contratado al abogado más poderoso de Estados Unidos.