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'First Dates' sigue recibiendo cada día a más y más solteros. Ya son 707 el número de capítulos que ha ofrecido el programa de Cuatro y con un indiscutible éxito ya que ronda en torno al 7,5% de share prácticamente todos los días. Y es que parece que en España nunca se acaban los lobos solitarios que confían en encontrar el amor en el restaurante madrileño conducido por Carlos Sobera.
Fernando y Rosario en 'First Dates'
Antes de llegar la cita de Rosario, Sobera le propuso un gesto para saber con antelación y en exclusiva si Fernando le había causado una buena primera impresión. Al final quedaron en que el gesto sería juguetear con el pendiente cual adolescente nerviosa en su primera cita. El gesto nunca llegó. El motivo, la estatura de él. "A ver, no mido un metro ochenta pero él mide metro y medio y claro, conmigo... va a parecer que Blondie se lo come...", decía la mexicana con claro tono de desilusión.
Así fue la cita
La cita comenzó bien, hablando de los encantos de México y de lo a gusto que se encuentra la mexicana en España. Pero el primer encontronazo llegó rápido al preguntarle el empresario a qué se dedicaba ella. Al responder que era personal shopper, él se empezó a reír y ella, asombrada con tales carcajadas, le preguntó de qué se reía. Fernando respondió que siempre le había dado gracia ese oficio por ser algo nuevo: "Antes no existía". "Perdona pero en la época de los Reyes Católicos ya existían", respondió ella tajantemente con un zasca que se escuchó hasta en Pekín.
Rosario en 'First Dates'
Pero después de varios rodeos llegaron por fin al punto que más les interesa a ambos: el tema de las relaciones sentimentales. "¿Cómo te ha ido en el amor?", preguntaba con curiosidad Rosario. "Nada, no estoy casado, no tengo hijos, no soy un hombre de muchas relaciones por el tipo de persona que soy, una persona más espiritual que mira más un corazón y una cabeza que un cuerpo y un físico. Ahora llevo 3 años sin relaciones", respondía el madrileño dejando atónita a la mexicana. "Mira, que cada uno hace lo que quiere pero 3 años sin nada...", decía la personal shopper ojiplática.
La decisión final
El decisivo momento de saber si estaban interesados en una segunda cita llegó. Fernando tenía mucha ilusión por seguir conociendo a Rosario: "He dicho antes que sí y vuelvo a decir que sí porque es una mujer interesante, con mundo y corazón para poderla conocer más en profundidad". Aunque por su parte ella no pensaba igual a lo que respondió con la típica y tópica frase: "Yo tendría una segunda cita como amigos pero no como pareja. Podemos ser muy buenos amigos". Otra vez será.