El movimiento Me Too es más fuerte que nunca ahora que cada vez más mujeres se han animado a compartir las veces que han sufrido acoso sexual dentro del mundo artístico, sobre todo el cinematográfico. Asia Argento lideró una acusación conjunta de casi 100 mujeres que denunciaba haber sido víctima de acoso, agresión sexual o violación por parte del productor Harvey Weinstein. Sin embargo, una reciente acusación dirigida hacia la actriz y directora podría perjudicar al movimiento.
The New York Times asegura que la actriz Asia Argento recibió una amenaza de denuncia de acoso sexual por parte de otro actor, con quien habría llegado a un acuerdo económico para evitar la demanda. El susodicho es Jimmy Bennett, con quien la italiana actuó en "El corazón es mentiroso" cuando él tenía 7 años. Aún así, el incidente por el que es acusada no habría ocurrido hasta 2013, cuando el joven tenía 17 años, veinte menos que ella. Los hechos ocurrieron en California, donde es necesario tener 18 años para el consentimiento sexual.
Asia Argento y Jimmy Bennett en 2013 (Instagram)
El diario reconoce no haber conseguido contactar con los implicados en el caso pero afirma tener en su poder importantes documentos que confirman la historia. Se trataría de una imagen de ambos en la cama y la carta que los abogados de Bennett habrían enviado a Argento el pasado mes de noviembre, en la que notificarían su intención de interponer una denuncia.
Un trauma
Tal y como relata el mencionado medio, la actriz citó al joven actor en un hotel de California. Un familiar llevó a Jimmy Bennett hasta el lugar, donde Argento habría pedido que les dejaran a solas en la habitación. Supuestamente, después de instarle a beber alcohol le tumbó en la cama, le realizó sexo oral y mantuvieron relaciones sexuales. Además, llegaron a hacerse algunas fotos y colgarlas en Instagram. Cuando el actor se marchó a casa empezó a sentirse "confundido", reza el texto.
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La razón por la cual Jimmy Bennet ha decidido emprender acciones judiciales contra Argento sería, precisamente, que ella esté al frente del movimiento Me Too. Esto le habría recordado lo ocurrido años atrás y no quiso dejarlo estar. A través de sus abogados, le envió una notificación de demanda en la que, además, se culpabilizaba a la acusada del estado de salud mental que atraviesa el joven y de su consecuente reducción de ingresos económicos. Aunque en un principio se pedían 3,5 millones de dólares, finalmente el acuerdo se habría cerrado en 380.000 dólares para acallar la acusación.