Rose McGowan y Asia Argento fueron dos de las primeras mujeres en denunciar los abusos e intentos de violación del productor Harvey Weinstein. Ambas han sido dos destacadas activistas del movimiento MeToo que ha sacudido Hollywood y, más que eso, han sido buenas amigas. Tras las acusaciones de abusos hacia Argento, parece que esa amistad ha llegado a su fin, tal y como queda patente por la carta de McGowan que Variety ha publicado.
Rose McGowan en un acto reciente en New York
Así se enteró
La carta de McGowan relata de forma pormenorizada la forma en que le llegó la información. Todo habría venido a través de su novia y amiga de Argento, Rain Dove, a quien la ahora acusada confesó sus encuentros sexuales con Jimmy Bennet. Además, la hija del cineasta Dario Argento también habría estado recibiendo fotografías del chico desnudo desde que él tenía 12 años. Según dice McGowan en su carta, no fueron fotografías solicitadas, pero no excusa a la que fuera su compañera y amiga por no haber parado aquella relación.
Esta versión de los hechos concuerda con los mensajes publicados de Argento en que admitía sus relaciones sexuales con Bennet, que provendrían precisamente de la conversación con Rain Dove. Aparte de estos detalles, McGowan deja caer que sabe más al decir que "hay algunos otros detalles también que no tengo libertad para mencionar mientras prosiga la investigación".
De hace tiempo
Además, parece ser que Rain Dove y McGowan han tenido señales de lo que estaba ocurriendo desde hace tiempo. El año pasado, en Berlín, Argento, reunida con la pareja, mencionó que estaba siendo extorsionada con una gran suma de dinero por alguien que tenía fotos provocativas suyas. "Ahora sabemos que era una referencia a este caso", asegura la actriz en su carta.
Firme en su activismo, aunque pueda cambiar
A pesar de su amistad con la italiana, McGowan no dudó en apoyar a su pareja cuando dijo que iba a poner lo que sabía en conocimiento de las autoridades. "No fue difícil apoyarlo", relata en su carta, en la que admite que lo difícil fue "el hecho de darse cuenta de que todo por lo que lucha el movimiento MeToo iba a estar en peligro". Así, resume lo que siente al decir que "es triste perder una amistad, pero es todavía más triste lo que ha pasado Jimmy Bennet".
La forma en que el caso de Argento ha impactado en McGowan puede que cambie, también, la forma en que realizan su activismo, ya que ahora dice saber "que aquellos acusados son amigos, padres y miembros de la familia de otra gente". Y aunque, por supuesto, se reafirma en que "no hay ni debe haber escapatoria o tolerancia para las agresiones sexuales", sí que matiza que la gente no involucrada en el suceso debe "encontrar una forma mejor de equilibrar el apoyo a la víctima con un proceso riguroso para el acusado".