El martes 28 de agosto de 2018 se hacía pública en 'Sálvame' la noticia de que la expareja de Kiko Rivera y de Jesé Rodríguez, Aurah Ruiz, sería la tercera concursante oficial de 'GH VIP 6'. Y, como es habitual, las malas lenguas han comenzado a despotricar contra la extronista de 'MYHYV'. Caber recordar que el hijo que el futbolista y la canaria tienen en común tiene varios problemas de salud que le han hecho estar ingresado en el hospital desde su nacimiento.
Jesé Rodríguez y Aurah Ruiz en la presentación del PSG
El amigo de Jesé Rodríguez, que también es el socio de los proyectos musicales del futbolista, contaba en unas declaraciones para el mismo medio que el círculo cercano del padre del pequeño Nyan no tienen ningún miedo a que se hable de Jesé. Pero aseguran que si hay que tomar medidas legales, lo harán como ya ocurrió tras las duras acusaciones de Aurah contra Jesé. "Ya está demandada", confesaba Raymond.
Sin duda, una de las grandes incógnitas de la edición es si la extronista decidirá dejar a un lado su polémica relación con el futbolista o, por el contrario, explotará dicha turbulenta relación durante su estancia en la casa de Guadalix. Raymond lo tiene claro: "Aurah está allí por la fama y el dinero". El tiempo nos dará la respuesta.
Las dos cláusulas que Aurah Ruiz ha impuesto para participar en 'GH VIP'
El equipo jurídico de la canaria exigió a la productora de 'GH VIP' dos cláusulas que eran imprescindibles para que Aurah participara en el reality, según ha informado JALEOS. La primera condición es que la modelo debe ser informada del estado de salud de su hijo todos los días, algo totalmente comprensible debido a la delicada situación en la que se encuentra el pequeño.
La segunda cláusula propuesta también hace referencia a su hijo. En caso de que le ocurriera algo al bebé, ella tendría el derecho de poder abandonar el reality de manera voluntaria sin necesidad de ser sancionada económicamente, al contrario de lo que acostumbra a hacer el concurso cuando un participante decide rendirse y cruzar la puerta por su cuenta sin que el público así lo haya decidido.