Los programas de cocina están a la orden del día en nuestra televisión. Casi siempre han tenido un hueco en la pequeña pantalla y han mantenido una audiencia bastante homogénea debido a su horario de emisión. Ahora, en cambio, no solo disfrutamos de ellos al mediodía. Con el auge de los talent shows, también somos testigos de concursos culinarios en el prime time de las cadenas más importantes de España.
Pero si hay un cocinero que ya se ha convertido en un mítico de la televisión ese es, sin lugar a dudas, Karlos Arguiñano. Desde el año 2004 presenta 'Karlos Arguiñano en tu cocina', hasta 2010 en Telecinco y un año más tarde saltó a Antena 3, cadena en la que permanece en la actualidad con el mismo éxito que al principio. A las 13:15h. arranca el formato, que dura aproximadamente media hora cada día de lunes a viernes. Esta temporada tendremos doble ración de Arguiñano, y es que 'El hormiguero' ha decidido contar con él para estar al otro lado del teléfono rojo y conectar con Pablo Motos solo a través de esa vía.Una de las fórmulas del éxito de Arguiñano es su particular mezcla de cocina y humor. Además de hacernos partícipes de sus mejores recetas y de enseñarnos cada detalle sobre ellas, el vasco aprovecha cualquier momento para soltar uno de esos chistes que te hacen reír por no echarte a llorar. Por eso, en FormulaTV hemos recopilado los mejores chistes malos del archiconocido chef de Antena 3. ¿Recuerdas algún otro digno de recordar?
1 Bárcenas
Karlos Arguiñano cuenta un chiste de Luis Bárcenas en 'Karlos Arguiñano en tu cocina'
La política siempre es blanco de ataques e insultos por parte de aquellas personas que no están de acuerdo con las ideas de la persona o partido del que se esté hablando. Pero hay algunas personas que prefieren dar un toque de humor a asuntos que llevan días –e incluso meses- afectando a toda la población. Desde que salió a la luz todo el tema de la corrupción del Partido Popular con Luis Bárcenas -el que fuera tesorero del partido hasta ser imputado- a la cabeza, ha sido objeto de burlas constantemente. Karlos Arguiñano aprovechó toda la marea que se formó alrededor de la trama Gürtel y del posterior caso Bárcenas para lanzar uno de sus chistes mientras preparaba los ingredientes antes de cocinar. El chef simuló una visita del mismo Bárcenas a un bar en el que pide un café. El camarero le pregunta si lo quiere de sobre y él responde afirmando y asegurando que el que está detrás de la barra le conoce muy bien. Y qué mejor que emplear el término sobre en un chiste sobre la repartición ilegal y a diestro y siniestro de dinero, ¿no?
2 Real Madrid y Franco
Arguiñano continúa con la polémica de la Copa del Rey 2012 con un chiste
A Karlos Arguiñano parece que no le gusta cocinar con la boca cerrada. En este caso soltó un golpe de los suyos en el momento en el que emplataba su receta como paso final. Mientras colocaba unas cuantas coles de Bruselas sobre una salsa bilbaína con bastante buena pinta, el cocinero quiso aportar un granito de arena a la polémica que ya se había formado alrededor de la final de la Copa del Rey 2012. Aquel año se enfrentó el Barcelona contra el Athletic de Bilbao. Hasta ahí todo bien. Las disputas empezaron cuando los seguidores del equipo vasco y la mayoría de aficionados del catalán manifestaron su ilusión por jugar esa noche en el Santiago Bernabéu, estadio oficial del Real Madrid. Este último recibió la petición y la denegó automáticamente debido al rechazo del club blaugrana en el año 2004 a la misma proposición por parte del Real Madrid, entre otros motivos externos. A pocos días de la celebración, Arguiñano soltó una de las suyas en forma de chascarrillo o pullita con un caracterísitco intento de humor: "El Real Madrid no quiere que se juegue en el Bernábeu. Será porque es la Copa del Rey, que si fuera la del Generalísimo...". Aquí se refirió a la buena relación del club blanco con Franco y, después de apelar a Florentino, quiso suavizarlo aclarando que "el Rey es más calladito".
3 El mono del pianista
Karlos Arguiñano hace reír a Ainhoa con un chiste de un mono
Los animales suelen hacer bastante gracia y son carne de chistes desde hace mucho tiempo. Y, como no podía ser de otra manera, Karlos Arguiñano en su programa también tiene hueco para ellos. Después de unos años cocinando solo, el chef decidió contar con la presencia de Ainhoa en su programa. La chica, que solo salía a los fogones para explicar las ventajas de los ingredientes que iba a utilizar el vasco ese día, siempre se tragaba sus chistes y soltaba después de escuchar cada uno de ellos una carcajada que fue puesta en duda en muchos foros en infinidad de ocasiones. Uno de los días animó el cotarro con un chiste que tuvo como protagonista a un mono. Antes de ponerse manos a la obra con la comida, soltó la bomba: un hombre fue a un piano bar y se pidió un cóctel. Poco después, un mono que andaba por allí metió sus genitales en su bebida. Y así una y otra vez. Cuando el hombre se enteró de que el mono era el músico que amenizaba la velada fue a hablar con él y le comentó la situación. El pianista, sorprendido, le comentó que no recordaba esa canción pero que si se la tarareaba podía intentar tocarla. Aunque Ainhoa se rio, poca gente pilló el chiste, y es que todo aquel que lo conozca de antes sabrá que no lo contó completo. El dato que le faltó fue que los clientes podían pedirle al pianista una canción para que la tocara. Ahí todo habría cobrado sentido.
4 Borracho en un bar
Arguiñano imita a un borracho, protagonista de uno de sus chistes
Otro colectivo que da mucho juego en esto de los monólogos y los chistes es el de los borrachos. Y es que cuando una persona bebe más de lo normal suele regalar cada perlita digna de recordar o de utilizar con fines humorísticos. Después de los de Jaimito y de los de Lepe, los chistes de borrachos son unos de los más buscados en España. Y Arguiñano sabe qué es tendencia en cada momento, aunque a veces no lo parezca. A él le gusta comenzar su programa de cocina poniendo una sonrisa en la boca de todos sus espectadores, y eso lo ha demostrado muchas veces. Uno de sus momentos preferidos para contar chistes es el inicio de cada entrega y en este caso, así fue. Antes de mostrar cuáles iban a ser los ingredientes de los platos de ese día se arrancó con un chiste que contaba con una persona ebria como protagonista. "Uno que estaba muy borracho entra a la barra y pide cuatro cubalibres", así empezaba el vasco para luego explicar que no tenía dinero para pagarlos y que el encargado le echó del establecimiento a través de una puerta giratoria. Poco después volvió a intentarlo y terminó fuera otra vez y lo hizo de nuevo, con el mismo final. Al ver que le habían mandado a la calle una tercera vez, el borracho preguntó al encargado si era el dueño de todos los bares pensando que había recorrido varios lugares diferentes de copas.
5 Extraterrestre y gangoso
Arguiñano sorprende a su compañera con un chiste sobre gangosos
Arguiñano lleva haciéndonos llegar su sentido del humor desde que comenzó en televisión hasta ahora. Los años no le han desgastado. Mucho más cercano en el tiempo, en junio de 2017, el cocinero volvió a dejarnos sin palabras con otro de sus chistes. Otro de los temas más famosos en nuestro país a la hora de buscar bromas y chistes es el de los gangosos. Su manera de hablar y la facilidad que tienen muchas personas de confundir lo que dicen con otras palabras hacen que muchos lo aprovechen para burlarse –no en el mal sentido de la palabra-. Justo cuando Ainhoa terminaba de dar un repaso a la pirámide alimenticia, el vasco se ha lanzado a la piscina con un chascarrillo sobre alienígenas y gangosos: un extraterrestre llega a la Tierra y llama a la puerta de un hombre gangoso. Este último pregunta "¿qué quería?" pero de una manera que el alien no entiende y a lo que responde "yo soy marciano y vengo de Marte" y el gangoso responde sin entenderlo tampoco: "¿de parte de quién?", creyéndose que el extraterrestre también era gangoso y que Marte significaba parte. Un poco enrevesado y uno de los mejores peores de Arguiñano.
6 El vasco que toma el aire
Arguiñano recuerda su tierra natal con un chiste en 'Karlos Arguiñano en tu cocina'
Dice el refrán que la cabra siempre tira para el monte. Karlos Arguiñano es vasco y las referencias a su tierra natal no suelen faltar en su cocina. Y los chistes tampoco. Desde que llegó Ainhoa al programa parece que se ha animado a contar incluso más de uno por día ya que su compañera se ríe de absolutamente todo lo que cuente, eso sí, sin opinar casi al respecto para no meter la pata. Y es que en una entrevista que concedió a 'Zapeando' en febrero de 2014 reconoció que no entendía ni la mitad de todos los que le contaba el cocinero. Volviendo al norte, el chef hizo referencia a la brutalidad que caracteriza a los vascos o, por lo menos, a la que se les asocia cuando se refieren a ellos en España. Un tópico, vamos. "Un vasco estaba abanicándose con una sierra de serrería", empezó a contar para luego meter a otro vasco que le preguntaba el porqué de su arrebato, a lo que el primero respondía que solo buscaba el aire de la sierra. Obviamente se refería a la cordillera montañosa y no a la herramienta. Un juego de palabras que algunas personas encuentran gracioso.
7 El niño asesino
Arguiñano antes de contar el chiste de una infidelidad y un niño asesino
Lo más fácil para que un chiste encaje en un programa de televisión es relacionar de manera natural el desarrollo del formato con el chascarrillo correspondiente. Arguiñano suele utilizar esta técnica para soltarnos un golpe de humor en el momento en el que menos lo esperamos. Incluso cuando está solo porque Ainhoa ya se ha ido o porque aún no ha saltado a la cocina. En esta ocasión estaba encendiendo la placa de inducción y poniendo el fuego alto cuando dijo "y esto, qué rápido calienta". Aprovechando eso, hizo referencia a los calentones para meter el siguiente chiste: un niño de cinco años que todavía no había pronunciado su primera palabra sorprende a su familia diciendo "abuelo" y al poco tiempo fallece el abuelo. Más tarde ocurre lo mismo con la abuela y meses después el niño dice "papá". El padre, que se encarga de su cuidado, se asusta y comienza a hacer todo el papeleo por si la profecía se cumple y, cuando ya está preparado para que llegue su hora, se muere el vecino. Ahí termina el chiste con una enorme carcajada. Que sí, que lo que pasa es que el que se suponía que era su padre no lo es en realidad y que la madre se había acostado con el vecino mientras estaba con el supuesto padre. Un lío de faldas digno de chiste.
8 Infarto por la lotería
Karlos Arguiñano se ríe de su propio chiste en 'Karlos Arguiñano en tu cocina'
Que te toque la lotería es uno de los sueños de la mayoría de habitantes de España y del mundo entero. Algunas personas juegan todas las semanas a todo lo que pillan y nunca les toca y otras juegan una única vez y se vuelven millonarios. La suerte es la que elige. En el próximo chiste de Karlos Arguiñanos viajamos al pasado, once años atrás, para encontrarnos con el cocinero cuando todavía estaba solo en el programa y contaba chistes mirando a la cámara en vez de a los ojos de su compañera. Pero eso no era programa. Si tenía que reírse de sus propias gracias lo hacía sin remordimientos. En septiembre de 2007 nos sorprendió con un chiste breve pero fácil de comprender. Una mujer que jugaba a la lotería llega un día a su casa con un boleto premiado para contarle a su marido que habían ganado quince millones de euros. Cuando lo hace, el hombre sufre un desmayo, se abre la cabeza al caer y muere en el acto. La mujer, en vez de lamentarse por lo ocurrido, asegura que está en racha. Un chiste que puede ser considerado humor negro versión light por algunas personas.
9 Dos hombres en un supermercado
Arguiñano cuenta un chiste de dos hombres y sus mujeres en el supermercado
Para terminar no podía faltar un chiste de dos hombres que hablan de sus mujeres. Este es otro de los temas favoritos para los humoristas –sobre todo para los que ya llevan unos años en el mundillo, para los novatos menos-. Como decíamos antes, el arte de unir un hecho cotidiano con un chiste es algo común en Karlos Arguiñano. Pero no siempre lo hace tan natural como debería. En este caso, en el año 2009 utilizó el parpadeo de los últimos momentos de vida de una bombilla con un chiste en el que metió la palabra bombilla con calzador. Y así decía: dos hombres en un supermercado se encontraron mientras buscaban bombillas y se tropezaron con sus carros de la compra. Ambos se pidieron perdón y se comentaron el uno al otro que estaban buscando a sus esposas. Uno preguntó al otro que cómo era su mujer y a este no le faltó detalle: "muy alta, rubia, espléndida, con unos ojos verdes, unos labios carnosos, unos pechos impresionantes, la cintura prieta y dos piernas como dos museos". Cuando el primer hombre escuchó la descripción, en vez de contarle cómo era la suya al otro, decidió acompañar al compañero a buscar a su pareja. Un poco antiguo este chiste ya, ¿no?