1º) El 24 de julio de 2006, Mediapro, AVS, Sogecable y Televisión de Cataluña (TV3) firmaron un acuerdo para la explotación de los derechos del fútbol en televisión para las temporadas 2006/07 y sucesivas. Cuando se firmó dicho acuerdo, Mediapro tenía contrato con tres clubes (Rácing, Athletic y Zaragoza para la temporada 2006/07 a la 2010/11) y había alcanzado un acuerdo con el Barcelona para las temporadas 2008/09 a 2012/13. AVS tenía contrato con 13 clubes y estaban pendientes de renovación los derechos del Sevilla, Valencia, Villarreal y Levante.
2º) El objeto fundamental de ese acuerdo consistía en mantener el modelo de explotación del fútbol televisado que había permitido desde hace años la emisión de todos los partidos de Liga de una forma estable y ordenada a plena satisfacción de todos los implicados y afectados: espectadores, clubes, jugadores y el propio mercado.
3º) Precisamente porque el objeto del acuerdo era mantener el modelo de explotación del fútbol televisado, todos los firmantes del acuerdo, incluído Mediapro, se comprometieron a ceder a AVS los derechos de los clubes firmados con anterioridad a la fecha del citado acuerdo y delegar en AVS todas las futuras renovaciones de tales derechos. En concreto Mediapro obtuvo, a cambio de la cesión de esos derechos y del pago a AVS de 150 millones de euros por temporada (cantidad que se iría actualizando cada año), la venta de un partido en abierto, los resúmenes de los encuentros, la explotación internacional de todos los partidos de Liga y cuatro partidos de Segunda División.
4º) Ante los reiterados y graves incumplimientos del contrato del 24 de julio de 2006 por parte de Mediapro, fundamentalmente la falta de pago de las cantidades comprometidas (más de 58 millones de euros a 31 de julio de 2007) y la no aportación de contratos de los clubes, AVS presentó una demanda judicial contra la productora catalana en julio de 2007 y le comunicó el 17 de agosto la suspensión de la entrega de la señal que ésta podía explotar en virtud del mencionado contrato. Por tanto, e independientemente de las resoluciones judiciales en curso, Mediapro no dispone de ningún derecho sobre los clubes de fútbol en esta temporada ni puede vender el partido en abierto, los resúmenes o la venta internacional.
5º) Es completamente grotesco, no ajustado a Derecho y va en contra del más elemental sentido común que Mediapro considere que puede disponer de tales derechos, en virtud del acuerdo de 2006 que tanto invocan sus responsables, sin cumplir con ninguna de sus obligaciones y compromisos contractuales. Viene siendo habitual y, por tanto, aún más insólito, burdo y paradójico que los responsables de Mediapro suelan invocar en sus comparecencias y comunicados públicos la vigencia de ese contrato cuando les beneficia y nieguen su validez cuando hace referencia a sus obligaciones.
6º) Mediapro sólo invoca derechos. En sus confusos comunicados, ya sea para apoyarse en la vigencia del contrato, ya sea para denostarlo, Mediapro solo habla de sus "derechos", nunca de sus obligaciones. Lo cierto es que, a fecha 31 de agosto de 2008, Mediapro adeuda a AVS más de 200 millones de euros en virtud del mencionado contrato de 2006.Todo ello procedente de las temporadas 2006/07; 2007/08 y 2008/09. Admitiendo que Mediapro hubiera pagado algunas cantidades a algunos clubes, como aseguran sus responsables, y a expensas de la comprobación de la veracidad de tales pagos, la productora catalana debería a AVS más de 120 millones de euros. Estas cantidades proceden exclusivamente de las obligaciones derivadas del contrato de 2006 y obviamente al margen de otras reclamaciones e indemnizaciones solicitadas por AVS contra Mediapro por los daños y perjuicios causados por el incumplimiento del contrato y el uso ilegítimo de derechos que no ostenta.
7º) A pesar de las medidas cautelares dictadas por la titular del Juzgado de Primera Instancia número 36 de Madrid, en octubre de 2007, que declaró que la titularidad de los derechos de los clubes pertenecía a AVS y prohibió a Mediapro cualquier tipo disposición, explotación y perturbación de los derechos del fútbol, salvo que se hiciera en el marco del acuerdo de 24 de julio, es decir cumpliendo Mediapro con sus obligaciones, Mediapro ha venido explotando la pasada temporada de forma ilegal esos derechos, emitiendo en su participada La Sexta, de la que es socio de referencia, al menos un partido en abierto por jornada; ofreciendo resúmenes de encuentros y vendiendo partidos a operadores internacionales, de forma presuntamente ilícita (en muchos casos mediante apropiación y distribución ilícita de la señal) y por lo que existe un procedimiento penal en curso contra los responsables de Mediapro.
8º) Mediapro consiguió producir los partidos en abierto y emitirlos en La Sexta gracias a la colaboración de algunos clubes y fundamentalmente de los dirigentes de la Liga, quienes fijaron los horarios y la modalidad de los partidos de forma unilateral, favoreciendo siempre los intereses de Mediapro-La Sexta y perjudicando deliberadamente a AVS. De hecho, la Liga carece de facultades para elegir el partido de interés general, y para fijar la modalidad de retransmisión de los partidos y para establecer sus horarios suscribió un contrato con AVS, el 8 de febrero de 2007, a la vista de los acuerdos que AVS tiene firmados con los clubes de fútbol y por los que éstos le ceden el derecho a fijar los horarios de los partidos.
9º) Esta actuación ilegitima de la Liga no solo ha perturbado gravemente la explotación del fútbol, los derechos de AVS y de los aficionados sino que ha perjudicado y perjudica seriamente los intereses de sus propios asociados (los clubes), que están viendo lesionados sus intereses al no poderse explotar sus partidos de una forma regular y eficiente.
10º) En esta situación, los responsables de Mediapro se han reunido días antes del inicio de la primera jornada de Liga con algunos dirigentes del denominado G-30 (algunos clubes de Primera y Segunda División, cuyos derechos son de AVS esta temporada) para, mediante intimidaciones, manipulaciones y falsedades (supuestos impagos de AVS a los clubes), exigirles la entrada en los estadios con el fin de garantizarse la producción y la señal de esos partidos para su venta internacional de la que obtienen pingües beneficios, eso sí sin pagar un euro por tales derechos y soslayando completamente que, en virtud de los contratos firmados con el G-30, sólo AVS puede decidir quien produce la señal audiovisual de los partidos que disputan tales equipos.
11º) Asimismo Mediapro se ha dirigido por carta a esos clubes reivindicando la vigencia y validez del acuerdo de 24 de julio de 2006, acuerdo que esa compañía pretendió dinamitar públicamente a los pocos meses de su firma, olvidando la vigencia de ese acuerdo cuando se trata de aquellos clubes cuyos derechos Mediapro cedió a AVS. En el colmo del despropósito, Mediapro, una vez más, sólo reivindica sus supuestos derechos derivados del acuerdo de 2006 pero nunca sus compromisos y obligaciones de pago reiteradamente incumplidos.
12º) Gracias a esas maniobras e intimidaciones, Mediapro consiguió durante la primera jornada de Liga la entrada en los estadios del Español y el Athlétic de Bilbao e impidió el acceso a AVS. De esta forma impidió también la emisión de esos dos partidos en pago por visión lesionando los intereses de AVS, de todos los operadores de televisión de pago (Digital+, Imagenio y operadores de cable) y por supuesto de todos los aficionados que trataron de comprar esos partidos.
13º) En ambos casos y de forma absolutamente surrealista, Mediapro se dirigió a AVS para ofrecerle la señal del partido arrogándose unos derechos que sabe que no tiene. AVS lamenta los perjuicios que haya podido causar a los consumidores pero no podía reconocer a Mediapro un derecho del que carece y que está utilizando de forma fraudulenta.
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14º) Mediapro ha tratado de obstaculizar sistemáticamente las actuaciones realizadas en sede judicial, con el único propósito, reconocido públicamente por sus responsables, de alargar estos procesos hasta la temporada 2009/10. Su actuación demuestra su escasa confianza en la justicia para resolver el asunto. AVS confía plenamente en que la autoridad judicial resuelva cuanto antes una situación completamente irregular, ilegal y que rebasa todos los límites imaginables, y reitera una vez más que defenderá sus intereses por todas las vías legales a su alcance.