Que '9-1-1' renueve por una séptima temporada no es precisamente una sorpresa. De hecho, entra dentro de lo esperable si tenemos en cuenta que la serie de Ryan Murphy es la más vista de FOX y uno de los dramas más vistos de la televisión en abierto. Sin embargo, lo que es extraordinario es que FOX haya decidido cancelarla y que ABC la haya rescatado.
"Ha sido un honor ser la cadena fundadora de '9-1-1' y estamos agradecidos con Ryan Murphy, Brad Falchuk y Tim Minear, junto con Angela Bassett, Peter Krause, Jennifer Love Hewitt, Oliver Stark, Aisha Hinds, Kenneth Choi, Ryan Guzman y el resto del reparto y el equipo, y con 20th Television por ofrecer a FOX una serie tan impactante", dijo la cadena en un comunicado. "Les deseamos lo mejor después de que concluya la última temporada de '9-1-1' en FOX".
El reparto de '9-1-1'
Fox habría tomado esta decisión por cuestiones financieras ya que la cadena, que solía ser propietaria de la serie antes de que la compañía vendiera su estudio de televisión a Disney, busca reducir sus gastos. Fox tiene que pagar una tarifa de licencia a Disney para emitir la ficción que rondarían los 9 millones de dólares por episodio, y dado que los índices de audiencia, aún siendo muy buenos, se encuentran en una clara dinámica descendiente, habrían determinado que el beneficio no compensaba el enorme gasto.
No obstante, la cadena ha optado por quedarse con su spin-off, '9-1-1: Lone Star', que ha sido renovada por una quinta temporada. Al parecer, la tarifa de licencia de la serie capitaneada por Rob Lowe estaría entre los 6 y los 7 millones de dólares, por lo que entendemos que en este caso a la cadena sí que le siguen saliendo los números.
Esta no es la primera vez que una producción potente de Fox se muda a ABC. Sin ir más lejos, 'American Idol' se emitió durante 15 temporadas en Fox antes de mudarse a ABC en 2018. El movimiento también se produce cuando el acuerdo general de Murphy con Netflix está apunto de expirar y hay rumores de que estaría preparando su regreso a su ex-hogar, 20th Television, ahora en Disney.
Cambio de paradigma
Este movimiento se enmarca dentro de un cambio generalizado en el modelo financiero de las series de televisión. Mientras estudios como 20th TV buscan mantener los derechos extranjeros y de streaming para sus propias plataformas, esas lucrativas fuentes de ingresos por cesión de derechos se han evaporado y han obligado a recalcular todo el modelo comercial.
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Esto ha dado como resultado que muchas series hayan tenido que recortar los salarios del reparto y los productores ('Blue Bloods', por ejemplo, redujo un 25% los salarios), mientras que otras han reducido el número de episodios y sus actores regulares (como 'Bob Hearts Abishola'). Además, algunos estudios han reducido las tarifas de licencia para mantener una serie en emisión. Sin embargo, las ficciones producidas por estudios externos, como es el caso de '9-1-1', lo tienen muy cuesta arriba dado que las cadenas no controlan ni los derechos extranjeros ni los de streaming.