A pesar de abandonar el pasado 20 de abril la presentación de la segunda edición del 'Telediario', Alfredo Urdaci había mostrado su predisposición para continuar al frente de los servicios informativos hasta que fuese relevado de su puesto. Este despido, aunque esperado, no deja de sorprender, debido al inminente nombramiento de la catedrática Carmen Cafarell como nueva Directora General de Televisión Española. Cafarell tomará posesión de dicho cargo hoy viernes, tras haber sido elegida con el respaldo mayoritario de los miembros del consejo de RTVE. En la votación para su designación como máxima autoridad de la cadena pública estatal contó con seis votos favorables (cuatro del PSOE y uno de CiU y Coalición Canaria), frente a cinco votos en contra (PP) y una abstención, la de Consuelo Álvarez de Toledo, perteneciente al PP.
Lorenzo Milá, actualmente adjunto de la corresponsalía de Washington, a cuyo frente figura su esposa Sagrario Ruiz de Apodaca, habría sido propuesto por Carmen Cafarell como nuevo director de los servicios informativos. Este barcelonés, nacido en 1960, se dio a conocer al gran público con el original informativo vespertino del que era director y presentador 'La 2 Noticias', el más premiado de la televisión en España, con galardones como el Midia Internacional, cinco TP de oro consecutivos... En él dio muestras de su talante independiente y progresista, cualidades que no han pasado inadvertidas para el equipo del presidente Rodríguez Zapatero. En el caso de que aceptara el ofrecimiento, éste no sería efectivo hasta que la nueva Directora General tomase posesión del mismo. Milá habría contado con 48 horas para dar una respuesta en firme.
Una elección compleja
La designación del nuevo director de los servicios Informativos se presenta complicada, debido a las múltiples acusaciones de servilismo al partido gobernante, y de manipulación informativa que han perseguido a Alfredo Urdaci desde su nombramiento como director de los servicios informativos. Sin duda, el momento más negativo para el ya ex-director de los informativos, y por ende para el Partido Popular, fue la sentencia impuesta por la Audiencia Nacional, por el tratamiento informativo dado a la Huelga General del 20 de Junio de 2003. Dicha sentencia obligaba a RTVE a emitir durante un día, el fallo favorable a la demanda presentada por el sindicato CC.OO. contra el ente público, originando una fuerte polémica sobre la utilización partidista que de los canales de comunicación públicos hacía el gobierno de José María Aznar.