El programa 'À Punt directe' ha vivido en los últimos días toda una lluvia de críticas que ha situado al programa en una situación comprometida. La razón radica en lo que ocurrió en el espacio el pasado viernes 5 de octubre, cuando en una entrevista Juan Nieto, el presentador, se limitaba a realizar preguntas en valenciano, a pesar de la insistencia de la entrevistada en que le hablaran en español.
Juan Nieto y María Victoria en el momento de la entrevista
El programa había concertado una entrevista con María Victoria, portavoz del sindicato policial Jusapol en Alicante, para tratar la manifestación del 1 de octubre en Barcelona, en la que los cuerpos de seguridad exigían la equiparación salarial con los mossos d' escuadra y la ertzaintza. Sin embargo, la conversación fue derivando por otros derroteros y terminó siendo una entrevista sobre la presencia de dirigentes del partido Vox en la concentración, y si eso quería decir que Jusapol compartía el mismo discurso político de la formación. Lo que no cambió de dirección fue el idioma de la entrevista, ya que, aunque la entrevistada pidió en reiteradas ocasiones que se le hablase en castellano, Nieto realizó todas las preguntas en valenciano. "Le vuelvo a incidir, me estoy quedando a medias y no puedo responder a una pregunta que no entiendo", espetaba Victoria.
Críticas bilaterales
La entrevista, finalmente, terminó de forma cortante, ante la falta de comunicación entre uno y otro. Las críticas han ido dirigidas a ambos lados. Tanto al programa, por considerar que podían haber formulado sin problemas las preguntas en castellano y evitar lo sucedido, como a la portavoz, pues opinan que al tratarse de un cargo público de la comunidad, debería hablar el valenciano. No obstante, Victoria ha explicado, en unas declaraciones para el diario El Mundo, que antes de entrar en antena tuvo la oportunidad de hablar con el programa sobre su intervención: "Ya en ese momento se dirigieron a mí en valenciano, pero en cuanto advertí de que no lo entendía bien, cambiaron al castellano con amabilidad. Yo entendí que en cuanto arrancara la entrevista también sería en castellano y por eso lo primero que hice, al escuchar que me hablaban en valenciano, fue pedir que cambiaran de idioma para entenderlo y responder bien".
'À Punt directe' se defiende
Además, la entrevistada ha denunciado que el mayor problema que tuvo con el programa no fue la falta de comunicación, sino la "falta de educación". "Me sentí ofendida cuando me di cuenta de que se buscaba carnaza con las preguntas", en referencia al giro de la entrevista hacia la presencia de Vox. "Me pareció que me habían invitado a una cosa y luego buscaban otra", expresó.
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Si À Punt era una cadena cuestionada por algunos sectores de la política, como PP y Ciudadanos, que la consideran una "sucursal" de la televisión de Cataluña, esta polémica no ha hecho más que acrecentar las críticas. No obstante, desde el programa se defienden. Han explicado al mismo diario que "siempre que se ha pedido" han realizado preguntas en castellano y que en el contrato previo a la conexión la entrevistada ya "supo que las preguntas serían en valenciano".