El bailarín y coreógrafo español Rafael Amargo fue acusado de vender droga desde su apartamento del barrio madrileño de Malasaña. La Fiscalía pedía una condena de 9 años de prisión tanto para él como para el productor Eduardo de Santos, y 6 para el socio Manuel Ángel Batista León, en el juicio que se celebró el mes de abril de 2024. Sin embargo, los acusados alegaron que solamente consumían la droga, pero no la vendían, solicitando de esta manera su absolución.
Un mes después del juicio, Amargo acudió acompañado de su abogado a la Audiencia Provincial de Madrid para conocer la sentencia. El bailaor aseguró estar muy "contento y muy nervioso", tras conocer que había sido absuelto de las acusaciones de vender droga desde su casa. Una vez finalizada la sesión, tanto el artista como el productor, que llevaban en la cárcel desde noviembre por no haber firmado en el juzgado y, por lo tanto, no haber cumplido con su obligación, quedaron en libertad hasta que se dictase sentencia, según informa EFE.
Rafael Amargo
Ha sido la Sección 30 de la Audiencia Provincial de Madrid la que ha estimado que la base que justificaba la solicitud de intervenciones telefónicas era "insuficiente para estimar que la medida fuera proporcionada con base a los elementos en que fundamentaban los agentes la sospecha de la comisión de un delito contra la salud pública". Por lo tanto, las diligencias posteriores también se declaran nulas de manera que los magistrados han declarado que "no existen elementos probatorios independientes que permitan acreditar la posesión de sustancia preordinada al tráfico por parte de dos acusados o de su colaboración con Rafael Amargo en el trafico de estupefacientes".
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No ha sido la primera vez de Amargo en prisión
En el año 2020, Rafael Amargo, pasó la noche en prisión por su implicación en una operación criminal dedicada al tráfico de metanfetaminas. Sucedió justo después de uno de los ensayos de su obra 'Yerma' en el Teatro La Latina de Madrid. El artista andaluz paso la noche en los calabozos de la comisaría de la Policía Nacional de Centro, en la calle de Leganitos.