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Aimar Bretos es una de las voces más conocidas del periodismo. Cada mañana enciende los micrófonos de la Cadena Ser para poner a todos los oyentes al día de la actualidad informativa. Ahora da el paso a la televisión y se sumerge en el papel de presentador en la segunda temporada de 'Tanto x ciento', el programa de DMAX que se adentra en la realidad que hay tras las cifras que nos llegan a diario de los medios.
Aimar Bretos, presentador 'Tanto x ciento'
Has pasado de darnos las cifras por el micrófono a comprobar la realidad que hay tras ellas frente a una cámara. ¿Cómo recibes esta llamada?
'Tanto x ciento' ya tuvo una primera temporada y Discovery quería darle una vuelta. Carolina Cubillo, de Molinos de Papel, me propuso que yo fuera la voz informativa que aporta las cifras y después va a buscar lo que hay detrás de ellas. En un primer momento, me quedé descolocado porque yo en toda mi vida solo he hecho radio. Le dije que cómo podía estar tan maravillosamente loca al querer contar con mi nula experiencia televisiva, pero le pedí que me diera forma, que me moldeara, y hemos creado un buen producto.
¿Lo dudaste en un principio?
Claro, era de esperar tener dudas porque en toda mi vida he hecho siempre otra cosa. Bueno, más que otra cosa, he hecho lo mismo pero en otro medio. Pero más que dudas me generaba respeto, prudencia por saber cómo iba a ser el resultado. Yo nunca me había visto en una cámara y ese hecho me generaba mucha prudencia.
En mi forma de presentar puede haber matices que tengo que mejorar
Y teniendo ya el resultado, ¿cómo te has visto?
Bien. Yo estoy muy orgulloso del programa que hemos hecho. Creo que en mi forma de presentar o de estar ante la cámara puede haber muchos matices que tengo que mejorar porque evidente cuando empiezas a andar de vez en cuando te caes. Pero también muy orgulloso del producto final y, dejando a un margen mi participación, me parece que tiene una factura de producción y de elaboración que es brutal.
¿Qué te has encontrado detrás de esas cifras que nos dan cada día las noticias?
De todo. Me he encontrado cosas más previsibles y otras que me han sorprendido enormemente. Detrás de cada cifra hay algo distinto. Por ejemplo, en el caso del primer episodio de "Temerarios al volante", el año pasado murieron 1.200 personas en las carreteras en España, una cifra brutal. Cogemos estos números y vamos a buscar a alguien que ha provocado la muerte de una de esas personas. Yo eso no lo había hecho nunca. No conocía a nadie que hubiese matado a alguien en la carretera, y es una cifra que damos constantemente.
Aimar Bretos en el primer episodio de la temporada, "Temerarios al volante"
Hablar con ese chico, ver que él es consciente de que se ha destrozado a sí mismo la vida... Yo le hacía todas las preguntas que me surgían, algunas muy duras en las pensaba que se me iba a venir abajo. Pero tomé la decisión de hacérselas y que él decidiera hasta dónde llegábamos. Le llegué a plantear si se cambiaría por su víctima, una pregunta muy dura, y la respuesta es aún más dura. Lo que quiero decir es que son cifras muy habituales que tenemos como interiorizadas, pero detrás te encuentras cosas brutales. Esto es lo que más me ha impactado.
Escuchar a los padres con esa impotencia porque les han matado a su hija con semejante crueldad me afectó anímicamente
¿Con algún tema de los que vamos a ver has llegado a casa tras grabar y has pensado que es muy fuerte lo que has vivido?
El primero que vamos a ver yo creo que anímicamente es el que más me tocó. Fui con Samuel, el chico este del que te hablo, hasta la puerta de la cárcel en la que pasó un tiempo, y es ahí donde él me cuenta su historia. Yo después de eso volví muy tocado. También estuvimos en casa de los padres de una víctima y nos estuvieron contando que cuando los Mossos d'Esquadra preguntaron al tío que se la llevó por delante qué es lo que había pasado, él no dijo que se chocó con ella. Entonces la víctima, que cayó a un río, estuvo 45 minutos sin que nadie la atendiera. Escuchar a los padres con esa impotencia porque les han matado a su hija con semejante crueldad me afectó anímicamente.
Eso en cuanto a lo que más me ha tocado personalmente. En cuanto a secuencias brutales inesperadas pasa en el programa sobre los pisos de alquiler. En este vemos un caso en el que un hombre llega a alquilar a turistas literas en su balcón en Ibiza por 50-60 euros la noche. La vecina lo considera un escándalo y le denuncia. Pues nosotros estábamos hablando con la vecina cuando interviene el hombre en la secuencia y se genera una confrontación brutal y descarnada entre ellos. Ahí llega un momento en el que me doy cuenta de que por muchas preguntas que haga o por mucho que intente generar debate la situación está tan enconada por un problema real y social como es el alquiler turístico que yo ahí poco más puedo hacer que escuchar y ser testigo de ello.
¿Por qué te defines en este trabajo como un testigo y no como un reportero?
Porque después de grabarlo, es a la conclusión que he llegado de lo que soy en este programa. Soy un presentador al que después sumergen en la realidad de las cifras que él ha presentado y en muchos casos alucino con lo que hay. Voy viviéndolo y voy haciendo preguntas en muchos casos muy espontáneas en el sentido de que es la duda que me surge. A eso es a lo que me refiero, yo no tengo una secuencia programada en tiempo, sino que estoy en el sitio, voy preguntando y me van enseñando su vida que es lo que hay exactamente detrás de las cifras que yo he dado.
Sin embargo, podemos ver en los avances cómo en algunos casos te sumerges de lleno en el hecho en sí.
Hay algunas secuencias que sí. En el tema del coche lo que hicimos fue contar con dos médicos y un instructor de conducción peligrosa para comprobar en primera persona hasta que punto lo que nos estaban diciendo en los controles era cierto. Llevábamos varios controles grabados y algunas copas de vino, todos nos decían que eso no era nada y quisimos probarlo para ver si esta cifra y esta versión que ellos nos han dado de la cifra es real o tiene un reverso. Lo probamos y... ya se verá.
El periodista Aimar Bretos
En esta temporada se alargan los episodios a una hora pero se ofrece un menor número de ellos. ¿Es mejor menos cantidad y más tiempo dedicado a cada tema?
Yo creo que sí porque te permite profundizar y te permite incluir muchas voces. Por ejemplo, en el reportaje de los gitanos, si lo hiciéramos tan solo de 20 minutos al final tendríamos que seleccionar determinados personajes y determinadas sensibilidades que no representarían el conjunto del pueblo gitano. Sin embargo, teniendo mucho más tiempo podemos dar voz y podemos mostrar formas de pensar diferentes para verlo todo o por lo menos lo máximo posible, y eso te lo da solo el tener mucho tiempo. Si tienes poco tiempo vas a tocar muchos temas pero en menor profundidad.
¿Imaginas haber contado estas historias en 20 minutos?
Sería muy complicado. Algunas más que otras pero sería muy complicado. Al final haces una criba y en el momento en el que haces una criba, ya estas interviniendo. Siempre la haces porque hay temas que te darían para cuatro horas, pero creo que mostrando muchas sensibilidades de cada tema se hace una información mucho más completa.
Una vez probada la tele, ¿te ha conquistado como para repetir o te quedas con la radio?
No son incompatibles, de hecho yo he compatibilizado la radio con la tele durante este tiempo. Soy un tío de radio, amo la radio y si algo tengo claro es que jamás voy a dejarla. Compatibilizándolo con eso, me encantará seguir probando nuevos formatos y seguir de la mano de DMAX y Molinos de Papel. Aceptaría volver a trabajar con ellos pero siempre compatibilizándolo con la radio.