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Ainhoa Arteta reaparecía en televisión por primera vez tras superar un grave problema de salud que estuvo a punto de causarle la muerte. Lo hizo en 'El hormiguero', donde Pablo Motos anunciaba: "Estamos aquí para celebrar la vida, porque casi te mueres", le decía. La lírica sufrió una sepsis, es decir, una respuesta fulminante ante una infección.
Pablo Motos y Ainhoa Arteta, en 'El hormiguero'
La cantante explicó que es alérgica a la penicilina y, al mismo tiempo, tiene "alta resistencia" a los antibióticos. "Fue: 'O se muere o le metemos la penicilina, y si le da una reacción alérgica muy fuerte se muere también, pero no nos queda de otra' ", relataba con entereza. Arteta contó que, en cuanto que escuchó que la iban a entubar, intentó oponer resistencia, pero antes de terminar la frase ya estaba dormida.
"Me despierto y tengo la mano derecha negra, pierdo un dedo y los pies también negros porque, durante el coma, no sé qué medicinas utilizarán, pero hacen que no te llegue el riego", explicaba. De esta manera, Arteta perdió una falange de su mano derecha, pero explicó que su mano izquierda se "salvó porque está cerca del corazón y llega más sangre".
El "viaje" de Ainhoa Arteta
La soprano contó cómo vivió su "viaje" mientras le inducían al coma. "No vi un túnel", aclaró Arteta. "Estaba en un espacio que era como un azul oscuro intenso y con estrellas, como si tuviera mucha luz a la vez que era oscura. Yo me veía suspendida, era un silencio total. A la vez, vi pasar una especie de cosa roja por debajo, que pasó con mucho ruido", describía. Y concluyó con una frase muy impactante: "Pensé: 'Eso tiene que ser el infierno'".