Tras cortar toda relación con Mediaset España, Alba Carrillo no deja de sumar proyectos profesionales en el mundo audiovisual. Tras formar parte de 'Bake Off: Famosos al horno' o ejercer de colaboradora en 'D Corazón' o en 'Mañaneros', como parte de Televisión Española, la madrileña da el salto ahora a una de las grandes plataformas de streaming, Netflix, para tomar los mandos de la versión española del reality 'Jugando con fuego".
Tal y como adelanta Algo Pasa TV, Carrillo será la 'presentadora' de la versión española del popular reality 'Too Hot To Handle', que aterriza por primera vez en España tras adaptarse en Reino Unidos, Brasil, América Latina y Alemania. O más bien será el cebo, ya que Carrillo se encargará de arrancar el formato, intentando engatusar a los participantes de 'Jugando con fuego', quienes creerán que vivirán unas intensas vacaciones, pero en realidad deberán renunciar al sexo en todas sus formas.Alba Carrillo en el plató de 'D Corazón'
A partir de ahí, el reality suele estar conducido por la voz en off de Lana, la maquina que observa si se saltan las reglas. La madrileña pondrá rumbo a República Dominicana, donde tendrá lugar el rodaje íntegro de esta nueva apuesta de Netflix, producida por Fremantle, siendo el mismo país en el que también se graba 'La isla de las tentaciones'.
Carrillo suma así esta nueva apuesta a su carrera profesional, después de triunfar en 'El cazador stars' e incluso formar parte de la lista de padrinos de la nueva temporada de 'Grand Prix' de este verano, en el que es su primer proyecto fuera de la entidad pública desde su salida de Mediaset. Asimismo, la madrileña retoma su faceta de presentadora dos años después de ponerse al frente de 'Nos hemos liado', programa de Mtmad que presentó junto a Nagore Robles, y ocho después de que ejerciera ese mismo papel en una cadena generalista, Telecinco, con 'Hable con ellas'.
Así es 'Jugando con fuego'
De nombre original 'Too Hot To Handle', 'Jugando con fuego' en un reality al estilo de 'La isla de las tentaciones' en la que diez participantes conviven durante cuatro semanas en un destino paradisíaco, con fiestas desenfrenadas, en las que el único requisito de que no pueden besarse ni realizar ningún tipo de acto sexual, incluido masturbarse. A esto se añade que, para ponerlos a prueba, Lana, la asistente virtual, propone distintos juegos en los que, de saltarse las normas, se reduce el premio final, a modo de multa.