El testamento de Rocío Jurado y el posterior reparto de sus bienes es un asunto que sigue colándose en los platós de televisión dieciséis años después de su muerte. Sin esperarlo, Ana Iglesias, a quien se definió como "amiga, abogada y albacea", se puso frente a las cámaras de 'En el nombre de Rocío' para aclarar muchos asuntos.
'En el nombre de Rocío'
Tras a hacer una entrada sorpresa en plató, Iglesias protagonizó un emotivo reencuentro con Rocío Carrasco mientras le entregaba una carta: "He declinado la invitación porque, como tú sabes, mi política ha sido siempre la de no intervenir en los medios a pesar de las numerosas ofertas que me hicieron". Sin embargo, esas letras contenían informaciones de lo más impactantes y desconocidas por una buena parte del público.
"Puedes hacer uso del contenido de esta carta e incluso, si quieres, puedes hacerla pública total o parcialmente". Una vez leído este planteamiento, Anaís Peces procedió a la exposición, explicando por qué Rocío Jurado decidió nombrarla albacea. Asimismo, Rocío Carrasco comenzó a narrar todo aquello de lo que fue testigo: "El mosqueo de todos ellos cuando se enteran que es Ana la albacea no es con Ana, es con mi madre".
Muy crítica con los hermanos de Rocío Jurado
Con el testimonio de Ana Iglesias, vuelve a demostrarse que la protagonista de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' no elucubra o interpreta realidades, sino que hay terceras personas que corroboran sus alegatos: "Tus tíos se creían que se estaban repartiendo los bienes de la herencia de una madre, no los bienes de una hermana", aseguraba la abogada en la carta.
Rocío Carrasco
Justo después, su trayectoria laboral le permitió apreciar que se tomó una decisión poco común: "No es nada frecuente dejar tantos legados a hermanos, sobrinos y terceros cuando el testador tiene hijos, que son los legítimos herederos. Estoy segura de que tu madre me confió esa tarea a mí para protegerte a ti. Me nombró albacea sabiendo mi opinión sobre tus tíos, opinión que me fui formando por lo que yo veía y por el asesoramiento anterior", sentenció.
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A colación de estas letras, la directora de la docuserie planteó una cuestión a Rocío: "¿Tu madre no se fiaba de tus hermanos?". La respuesta de Rocío fue de lo más clarificadora: "Mi madre sabía que, si ella llega a fallecer y a la jauría no le dejaba bien servida, me iban a comer. Y era lo que ella no quería, pero, al final, es algo que no ha podido evitar. Y son como son y quieren más".