Televisión Española fue la primera cadena en recibir a los cuatro principales candidatos a la presidencia del Gobierno de España de cara a las elecciones del 28 de abril, en un debate que acabó celebrándose en la noche del lunes 22 de abril. Una cita que comenzó con la intervención de Albert Rivera, líder de Ciudadanos, que no dudó en hacer referencia a las dificultades que habían surgido a la hora de celebrar el debate.
Xavier Fortes y los líderes de PP, PSOE, Ciudadanos y Unidas Podemos en el debate de RTVE
"Estamos aquí de milagro", declaró el líder de la formación naranja, después de lanzar un breve mensaje de condolencia a las familias de las víctimas españolas de los atentados de Sri Lanka. Unas palabras que hacían referencia a las polémicas surgidas a raíz del veto de la Junta Electoral a VOX en la cita política organizada por Atresmedia, tras lo que Pedro Sánchez habría rechazado dicho debate y aceptado el de Televisión Española, cuya invitación había declinado anteriormente.
Rivera también aprovechó para exigir la dimisión de Rosa María Mateo, petición que había hecho ya anteriormente José Manuel Villegas, número dos de Ciudadanos. El catalán hizo referencia a las supuestas trabas para celebrar el debate por parte de la presidenta, al igual que de Pedro Sánchez. "Esta casa no es suya, es de todos", reprochó el líder de Ciudadanos, dirigiéndose a Pedro Sánchez y haciendo referencia a la televisión pública. "No se conforma con colocar a dedo a la presidenta, sino que también lleva puesta la palabra indultar", le echó en cara Rivera, haciendo alusión al juicio del procés y al posible indulto de los acusados.
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Debates obligatorios
Por su parte, Pablo Iglesias también tuvo ocasión de hacer referencia a Radio Televisión Española en su primera intervención. El líder de Unidas Podemos se mostró agradecido con los trabajadores de RTVE "por su independencia" y defendió que "la televisión pública no puede ser el brazo del Gobierno". Además, el madrileño defendió el establecimiento de "debates obligatorios" de cara a las elecciones, puesto que "eran mucho más importantes que la propaganda electoral".