Si por algo es conocida Almudena Grandes es por ser una de las escritoras más influyentes del panorama nacional. "Inés y la alegría", "Las tres bodas de Manolita" o "El corazón helado" hablan por sí solas del dominio de la literatura que tiene la madrileña. Por eso, en temas sobre lengua, sus usos y su evolución Grandes tiene -y puede- mucho que decir.
María y Miki en 'Operación triunfo'
No es de extrañar, por lo tanto, que la autora tomara partido en lo ya conocida como "mariconez gate", uno de los casos sobre evolución de la lengua más sonados desde que la RAE aceptara como válido iros. Y mira que este tema levantó ampollas. En este caso, en contra de lo que ocurrió con la polémica del imperativo, la mayoría de la gente se ha posicionado en favor de un cambio de significado, ya que piensan que "mariconez" se utiliza en ese contexto con un sentido peyorativo. Así las cosas, la escritora de "Los pacientes del doctor García" también se encuentra en ese bando y no ha dudado en utilizar su cuenta de Twitter para expresar su opinión. "La lengua cambia cada día. La sensibilidad social transforma una expresión vulgar en un insulto en menos de 30 años", sentenció la autora.
Además, aprovechaba el tuit para lanzar un mensaje de apoyo a la persona que ha iniciado esta batalla lingüística, María Villar. "La integridad y la coherencia son admirables siempre", apostillaba Grandes. Es de agradecer que una figura tan relevante del panorama literario español tome parte en una cuestión como esta, aunque puede ser que su intervención no haya estado motivada por amor al arte -y nunca mejor dicho-, exclusivamente, ya que la escritora es amiga de la madre de la concursante, la cineasta Azucena Rodríguez.
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Una palabra con mucho debate
Después de mover cielo y tierra, de intentar por activa y por pasiva sustituir "mariconez" por "estupidez", parece ser que, finalmente, tendrán que cantar la versión original. Todo saltó cuando la concursante de 'Operación triunfo' pedía cambiar el término por considerarlo "homófobo" y desde ese momento se sucedió una retahíla de sucesos dignos de la mejor película de suspense. ¿Llamaron a Ana Torroja? ¿Se lo inventaron? ¿Pidió permiso el programa? Nadie lo sabe. Lo que queda claro es que su autor, José María Cano, ha mostrado su negativa a modificar la canción y ese es el único hecho comprobado.