Alyssa Milano ha querido sumarse a la ola de apoyos recibidos por Christine Blasey Ford, la psicóloga y profesora estadounidense que denunció al juez Brett Kavanaugh, candidato de Donald Trump a la Corte Suprema, por agresión sexual. La actriz de 'Embrujadas' ha redactado una carta en la que da cuenta de su propia experiencia y, al contrario que el presidente de los Estados Unidos, muestra su compresión con todas las víctimas que han callado durante años.
Donald Trump hizo referencia a la denuncia a través de su cuenta de Twitter el pasado 21 de septiembre. "No tengo ninguna duda de que si el ataque contra la doctora Ford fue tan terrible como ella cuenta, entonces se habrían presentado cargos de forma inmediata en las autoridades locales encargadas del cumplimiento de la ley. ¡Pido que ella presente esos cargos para que podamos saber la fecha, la hora y el lugar!", exigió el presidente.
Alyssa Milano en la serie 'Mistresses'
A la vista de estas declaraciones, Alyssa Milano no ha dudado en compartir su testimonio: "La valentía de las supervivientes siempre será más fuerte que el odio de Donald Trump. Las vidas de las supervivientes siempre serán más importantes que la carrera de Brett Kavanaugh y he observado horrorizada cómo los políticos y expertos se negaban a creer o tomarse en serio esas acusaciones", lamenta en su publicación.
Milano también destaca la realidad sobre el abuso sexual en los Estados Unidos, donde una de cada cuatro niñas y uno de cada seis niños sufrirán una agresión sexual antes de cumplir los 18 años. Además, revela por qué no denunció la agresión en su momento y tardó años en compartir lo sucedido, incluso con sus más allegados.
"Tardé tres décadas en contárselo a mis padres"
"Tardé años después del asalto en compartir la experiencia con mis amigos más cercanos. Me llevó tres décadas decirles a mis padres que el asalto había sucedido. Nunca se lo dije a la policía. Nunca traté de encontrar justicia para mi dolor... porque la justicia nunca fue una opción", confiesa Milano en su texto.
"Para mí, hablar significaba revivir uno de los peores momentos de mi vida", asegura la actriz neoyorquina. "Significaba reconocer la existencia de mi atacante cuando no quería nada más que olvidar que se le permitía caminar sobre la Tierra. Eso es lo que atraviesa a cada superviviente. Contar nuestras historias significa ser vulnerable a los ataques públicos y el ridículo, cuando nuestro único 'crimen' fue ser atacados en primer lugar".
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"Cada persona que se niega a rechazar en voz alta y abiertamente la acusación contra Brett Kavanaugh le está diciendo a cada generación de estadounidenses que la carrera de un presunto agresor es más valiosa que la humanidad de un superviviente", remata Milano. "Y la Corte Suprema de los Estados Unidos no es lugar para que un presunto agresor sexual se siente".