ENTREVISTA

Amaia Aberasturi: "Aunque 'La edad de la ira' sea un drama abrumador, que sean adolescentes hace que tenga luz"

Hablamos con Amaia Aberasturi y Carlos Alcaide sobre el auge del odio en España y cómo se refleja esto en 'La edad de la ira'.

Por Sergio Navarro El 1 de Octubre 2021 | 11:13

'La edad de la ira' está en plena producción de sus cuatro capítulos y nada más arrancar el rodaje hemos hablado con dos de sus protagonistas, Carlos Alcaide y Amaia Aberasturi. Juntos, nos cuentan cómo son sus personajes, cómo ha sido volver a la adolescencia, cómo están siendo los primeros días de grabación y cómo están viviendo el auge del odio en España, siendo este uno de los temas que se tratan en la historia creada por Nando López.

Amaia Aberasturi, en 'La edad de la ira'

Contadnos para empezar cómo son vuestros personajes.

Carlos: Mi personaje es Ignacio, el hermano mayor de Marcos. Con él contamos todo lo que pasa en el círculo familiar. Se ve la relación con el padre y un patrón de persona muy rígida, que a partir de ahí puedes conocer mucho al personaje. Ignacio siempre ha seguido los patrones de su padre, entonces se ve en el esa rigidez, solemnidad y ese hermetismo emocional, pero que con la serie se ve ese arco, esa madurez y ese despertar. Con todo lo que pasa en casa, vas viendo a un Ignacio que se va dando cuenta de todo, que va analizando como puede todo.

Amaia: Mi personaje es Sandra; una chica de 16 años que tiene una relación muy estrecha con los personajes de Raúl y Marcos. Es una chica que para su edad es muy madura, o al menos ella se lo considera. Tiene las ideas muy claras, es muy determinante, defiende a capa y espada la libertad de las personas, ya sea de expresión o de cualquier tipo. Le gustaría que todo el mundo pudiera hacer lo que quisiera siempre y cuando no haga daño a nadie. No va a dudar en meterse y parar los pies a cualquier persona que sea homófoba o haga algún comentario que esté fuera de lugar. Es una chica casi mujer que no pasa ni una. A pesar de parecer una chica hecha y derecha, es una niña al mismo tiempo y es muy vulnerable emocionalmente y hace cosas que ni ella misma comprende.

¿Cómo ha sido regresar a la adolescencia?

Amaia: A mí me ha encantado. Me lo he pasado muy bien haciéndolo y es que yo creo que tengo una niña dentro. Hay cosas que me ha hecho muchísima ilusión. Por ejemplo leía el guion y ponía: "Se ríe a carcajadas". Hubo alguien que dijo: "Jo, se están riendo todo el rato". Pero es que yo eso lo recuerdo. No paraba de reírme; cualquier chorrada me hacía gracia. Era la edad del pavo. Me ha encantado adentrarme en esto. A pesar de ser un drama, la idea de que estos chicos son adolescentes hace que tenga luz al mismo tiempo; que a pesar de que su entorno sea algo abrumador como es un asesinato, siempre hay un motivo para la risa.

Carlos: Yo la vuelta a la adolescencia ya la viví en mi proyecto anterior, 'El Internado: Las Cumbres', y también ha sido como ir a buscar el niño que todos tenemos aún vibrando. A mí me ha tocado una parte más oscura, las sombras desde el miedo. Me ha gustado mucho investigar en esa parte no tan happy y poner el contrapunto mostrando que la adolescencia también acarrea procesos de identidad que no son sencillos.

¿Cómo están siendo estos primeros días de rodaje? ¿Qué tal con el resto del reparto, como Manu Ríos y Daniel Ibáñez?

Carlos: A Manu ya lo conocía de antes y cuando nos confirmaron nos llamamos en plan "Hostia, hermano", con la ilusión de empezar un proyecto nuevo. Es muy fácil. Manu es actor muy bueno, con una sensibilidad increíble que lo vais a poder ver en la serie. Está siendo muy interesante crear entre todos este núcleo familiar. La relación que se crea es muy interesante; todo el rato se ven las diferencias, el conflicto que tienen los dos. En la parte de Ignacio se pueden ver envidias y el encuentro entre hermanos es complicado. Pero lo que me gusta muchísimo es que se respeta el lazo sanguíneo y que siguen siendo hermanos.

Amaia: El rodaje lo estoy saboreando mucho. A pesar de tener un plan de rodaje muy ambicioso, grabando muchísimas secuencias al día, creo que hay un clima de trabajo muy tranquilo. El director es una persona muy tranquila que tiene muy claro lo que quiere y cómo lo quiere hacer, y me siendo muy arropada y muy tranquila. Respecto a Manu y Daniel, que también he grabo bastante con ellos, añadir que sobre todo son muy buenas personas y también grandes actores.

El libro en el que se basa la serie es de hace 10 años y ahora se ha actualizado para esta nueva versión. ¿Conocíais la novela? ¿La habíais leído?

Amaia: Yo sí que me leí el libro. Empecé a leérmelo para el casting porque la propuesta me parecía muy bonita. No me dio tiempo a leérmelo entero para el casting, sino que fue una lectura muy por encima porque tenía que grabar el casting. Pero cuando cuando lo hice, ya cogí el libro y me lo leí tranquila, me encantó. No me atrevo a decir que la serie mejore la novela porque no es exactamente igual, sino que la complementa. El personaje de Sandra se ve mucho más desarrollado en la serie que en el libro, y el de Ignacio creo que también.

Carlos Alcaide, en 'La edad de la ira'

Tengo entendido que Nando López, el autor, ya ha visto algo de los ensayos. ¿Qué opina de cómo está quedando?

Amaia: Me encantó ver los ojos de Nando y lo emocionado que estaba viendo los ensayos. Sus consejos nos ayudaron mucho.

Carlos: Nando es maravilloso, la novela es maravillosa y el producto que vamos a hacer es maravilloso. ¡Es todo maravilloso! Cuando Nando vino a verlo es verdad que ya llevábamos bastante recorrido. El personaje de Ignacio tiene muy poquita aparición en la novela, se me ha dado la oportunidad de darle vida en la serie y estoy encantadísimo. Nando comentó que le gustaba por dónde lo estaba llevando y que, aunque sea un personaje más lineal, está bien que cada uno vaya metiéndole capitas.

Nando contaba que con esta historia no es que quiera concienciar sino que pretende hacer reflexionar. También que la vean los padres de adolescentes porque es una época incomprendida. Parece que ahora se le echa la culpa de todo a los jóvenes, como por ejemplo hemos visto con las olas de contagios de la Covid. ¿Va a ayudar la serie a reflexionar sobre esto?

Carlos: Sí, tiene todas las de la ley porque buscábamos una llamada a la reflexión. Hay una gran cantidad de jóvenes que lo está haciendo mal porque hay necesidad de salir, de explorar, porque están pasando por la fase de descubrirse a uno mismo y eso pasa relacionándose y probar cosas. Hay mucha controversia. Pero invita a la reflexión, para que la juventud demos un pasito más allá y maduremos a nivel reflexivo.

Amaia: Yo creo que hay algo relacionado con la pandemia y cómo se le ha echado la culpa a los jóvenes en muchas ocasiones. Hay algo con lo que no estoy de acuerdo y es generalizar. No todos los jóvenes somos iguales. ¿Habrá jóvenes que siempre estén de fiesta? Por supuesto. ¿Pero habrá otros que lo han estado haciendo bien, quedándose en sus casas? También, estoy segura. Yo lo he hecho. Pero también ocurre con la gente más adulta, con los niños... hay gente de todo tipo, hay variedad y hay diversidad.

Estoy de acuerdo con lo que decía Carlos de que el adolescente tiene la característica de ser rebelde, de ir en contra de lo que se le está diciendo... y a la vez todo esto es la búsqueda de algo, de comprenderse a uno mismo, de cuestionarse si lo que me está pasando está bien, si tendría que replantear las cosas... Es muy complicado porque ni eres niño ni eres mayor, y estás intentando tomar decisiones que no puedes tomaras y no todo el mundo tiene igual el respaldo de una familia muy estructurada que te diga qué tienes que hacer o qué es lo que está bien hecho. Hay gente que no. Entonces tienes que buscarte y depende de cada caso. Por tanto, generalizar no creo que sea la manera.

Para acabar, ¿cómo estáis viviendo el auge del odio en España? ¿Cómo se va a ver ese machismo, ese racismo, esa homofobia dentro de la serie?

Amaia: Me da mucha pena que se genere odio. El odio llama a más odio. Hay muchísimo trabajo por hacer. Estamos en una sociedad en la que parece que somos todos muy modernos, incluso mi personaje habla de esto, pero no es verdad. En la clase por ejemplo es muy guay que haya carteles LGTBIQ+, pero sigue habiendo homofobia. ¿Qué tenemos que hacer para que respetemos a las personas? Que cada uno se defina como quiera siempre que no haga daño a nadie. Ojalá nos rodeemos todos de buenas personas, que además no creo que sea tan difícil.

Es cierto que habrá gente que no lo tenga tan fácil porque quizás tiene una educación que ni uno mismo quiere. En el caso de Marcos e Ignacio, que tienen un padre autoritario y homófobo, ¿cómo va a salir el hijo? Pues tiene el doble de trabajo que la persona que haya tenido una educación maravillosa. Como sociedad tenemos que hacer que estas personas también lo vean aunque su entorno no les diga esto. Espero que esta serie ayude a demostrar que no está todo hecho, que aún hay trabajo por hacer.

Carlos: Me sumo a todo lo que dice Amaia. Existe la hipocresía y el postureo que tanto tenemos en nuestro día, de querer ser modernos y tal, sin habernos revisado previamente. ¿Dónde están nuestros prejuicios? ¿Dónde están nuestros límites? Es muy importante ser honesto con uno mismo y decir: Vale, mi discurso es este pero voy a ver dónde tengo mis límites. Ver si tenemos homofobia o racismo interiorizado, porque todos tenemos aún despuntes. Entonces tenemos que detectarlo, ver de dónde nos viene y suele ser de algo muy antiguo, de un prejuicio muy marcado. Y no hay que callarse, porque el amigo que se calla de un comentario machista está siendo igual de machista. Tío, no, acaba con estas bromas porque estás reteniendo, ayudando a que esta sociedad siga siendo igual de sucia que está.

Amaia: Yo tengo un lema de vida y de hecho tengo un cartel muy grande en la puerta de mi casa que pone "Hakuna Matata"; vive y deja vivir, por favor.