'American Horror Story': Así fue el alocado y mortífero final de 'Apocalypse'

Después de un frenético inicio de temporada, que culminó con el regreso a 'Murder House' en su sexto episodio, 'American Horror Story: Apocalypse' tuvo que enfrentarse a la odisea de atar todas sus tramas inconclusas. Por lo que los capítulos posteriores a aquella balsa de nostalgia fueron los que más evidenciaron las costuras de una ambiciosa temporada, que se ha despedido con una décima entrega plagada de momentos memorables y marcianadas marca de la casa.

En el penúltimo capítulo pudimos comprobar que Mallory (Billie Lourd) era la única persona que podía revertir el apocalipsis, ya que tanto ella como el resto de las brujas fueron incapaces de evitarlo. Y en este último episodio, titulado "Apocalypse Then", se ha desvelado el último golpe de efecto del aquelarre. Tras mostrar cómo Coco (Leslie Grossman) y Mallory se aseguraron un hueco en el refugio comandado por los Illuminati -que cómo no, utilizan productos Apple-, las dos brujas, desconocidas para Michael (Cody Fern), se sometieron a un conjuro de identidad para no delatarse ante el demoníaco protagonista.

Esa drástica medida fue la única opción que le quedaba al aquelarre de Cordelia (Sarah Paulson), ya que el Anticristo, apoyado por Dinah Stevens (Adina Porter), irrumpió en la academia Miss Robichaux para asesinar a todas sus integrantes, a excepción de Madison (Emma Roberts), Myrtle (Frances Conroy) y las ya mencionadas Cordelia, Coco y Mallory. Una vez soltadas las bombas que arrasaron con la superficie terrestre al comienzo de la temporada, Cordelia, Myrtle y Madison salieron de su escondrijo para acudir al refugio a reunirse con sus compañeras.

Traca final

Todo lo anterior sucedió en más o menos quince minutos, lo cual dice mucho del atropellado ritmo del episodio, que no hizo más que pisar el acelerador hasta el mismísimo final. Después de esa sucesión de eventos, nos volvimos a encontrar con el enfrentamiento entre las brujas y Michael en el refugio. Y ahí comenzó la verdadera fiesta. De repente apareció Marie Laveau (Angela Bassett), machete en mano, para finiquitar a Dinah; y en los siguientes minutos Ms. Mead (Kathy Bates) sufrió un cortocircuito, Madison tiroteó a Michael y el marido de Coco (Billy Eichner) apuñaló a Mallory.

Ante tanto revuelo, el entumecimiento de Michael duró poco y no tardó en levantarse para hacer explotar la cabeza de Madison, arrancarle el corazón a Laveau y comérselo y enfrentarse a Cordelia. En esa tesitura era inevitable que la Suprema muriera, ya que para que Mallory cobrara fuerza ella debía desaparecer, pero no se fue sin hacer ruido. Antes de que Michael se deshiciera de ella, decidió apuñalarse a sí misma, despidiéndose con la frase de la temporada: "Satán tiene un hijo, pero mis hermanas son una legión, hijo de puta." Gracias a ese sacrificio, Mallory pudo ejecutar su conjuro, por lo que en ese momento regresamos a 2015 y a la ambientación de la primera temporada.

El conjuro del triple atropello

Michael, repudiado por su abuela Constance (Jessica Lange) tras otro de sus fríos asesinatos, cruza la calle desamparado, y es arrollado por un todoterreno. Tras la luna rota se encuentra Mallory, que vuelve a atropellar a su enemigo en dos ocasiones para cerciorarse de su extinción definitiva. Y para rematarle del todo, su abuela decide dejarle perecer en la calle, en vez de llevarle a fallecer a la casa encantada, para evitar que su alma viva eternamente.

Habiendo cumplido con su misión, Mallory se presenta en la academia para unirse al círculo de Cordelia, que la acoge como nueva estudiante. Como ha evitado el progreso de Michael, Myrtle no ha sido resucitada, pero el resto de compañeras siguen vivas. Además, Misty (Lily Rabe) ha sido liberada de su infierno particular y Nan (Jamie Brewer) regresa junto a ella, aunque decide volver con Papa Legba (Lance Reddick).

Sin embargo, eso no fue todo. Porque lo que se antojaba como un desenlace optimista, viró hacia una reflexión sobre la naturaleza cíclica de la maldad. Tras un salto temporal a 2020, vemos cómo una pareja se conoce, tienen un hijo juntos y al volver de una fiesta contemplan el cadáver de su niñera. El espíritu del Anticristo ha encontrado un nuevo recipiente, y la llamada a la puerta de Mrs. Mead desvela que el apocalipsis no se puede evitar eternamente.