La muerte de Aless Lequio dejó a Ana Obregón sumida en una profunda tristeza que relata en su libro "El chico de las musarañas". El joven comenzó a escribirlo y la madre completó las 312 páginas en las que narra el camino recorrido hasta el nacimiento de Ana Sandra, su nieta, mediante gestación subrogada a partir de las muestras biológicas conservadas de Lequio. Tras su fallecimiento, Obregón vivió un momento crítico, en el que casi se "vuelve a reunir" con él.
El 13 de mayo de 2020, minutos después de la muerte de su hijo, la presentadora se encontraba sola en su apartamento de Barcelona. "Tenía todo planeado al milímetro desde hacía veinticuatro horas (...). Si mi hijo moría antes que yo, no sufriría ni un segundo: me iría con él", ha narrado. Entonces, se subió al balcón de un séptimo piso y miró al vacío. "Me empiné sobre la barandilla, que no era muy elevada. Saltar hacia el abismo era mi única opción de seguir viviendo", ha contado en sus páginas.
Ana Obregón y Aless Lequio
Entonces, desde fuera, alguien llamó a la puerta: Alessandro Lecquio. "Ana, por Dios, abre la puerta. Tienes algo importante que hacer. ¿Recuerdas lo que nos pidió Aless, su última voluntad?", ha explicado la presentadora, recordando las palabras que le gritó su expareja. Ese fue el momento en el que ella consiguió reaccionar. "Tu padre nunca supo que, en ese momento, tu última voluntad me salvó la vida. Se enterará leyendo estas páginas", ha confesado, antes de dejar una dura reflexión: "Juro que en ese instante mi acto lo veía como una salvación, pero quiero dejar claro que el suicidio no es jamás una opción, ni en la peor de las tragedias que puedas vivir. Es una cobardía".
El camino hacia Ana Sandra
La actriz ha terminado su libro explicando las circunstancias en las que se dio ese pacto con su hijo. "Mamá, papá... Si me pasa algo, acordaos de la muestra que dejé en el laboratorio de Nueva York. Quiero tener hijos, aunque ya no esté. Es mi deseo. Prometedme que lo vais a hacer... Por favor", les pidió, según refleja Obregón. Y así, ha contado en sus últimas páginas lo que han sido para ella los tres años entre la muerte de Lequio y el nacimiento de Ana Sandra: "He guardado en secreto tu testamento, ese pacto que hicimos en el hospital que solamente sabíamos tu padre, tus tías y yo. He luchado sola en silencio para conseguir lo imposible y esa ilusión me ha perdonado la vida cada día de mis tres años de duelo por ti".
Lo más leído
Si necesitas apoyo, dispones de varios recursos como el Teléfono de la Esperanza (717 003 717) o el Teléfono Contra el Suicidio (911 385 385), dedicados a la prevención de este problema.