Está claro que en un Cara a cara, los que debaten son los protagonistas, pero en el celebrado el lunes 10 de julio entre Sánchez y Feijóo se ha comentado mucho la poca intervención de los moderadores, haciendo especial hincapié en Ana Pastor, reconocida por ser incisiva en sus cuestiones y con el fact checking, pues se echó en falta que se frenara a los candidatos cuando hubiese alguna mentira detectada y poderlo mostrar con datos.
Pues bien, a la mañana siguiente del debate, Pastor ha hablado con "El món" en RAC1 y ha comenzado asegurando que pensaba "que al ser entre dos el debate sería menos áspero, pero claramente no acerté la previsión". Ha leído todas las críticas y, un poco con humor ha declarado que "las de ahora son una novedad porque siempre las he recibido por exceso de protagonismo y estas son por todo lo contrario".Ana Pastor, en el 'Cara a cara'
"He repasado el debate por mi cabeza prácticamente toda la noche. ¿Habríamos podido intervenir más? Sí, pero entonces se habría convertido en un cara a cara conmigo", comenta en el programa de radio Ana Pastor, añadiendo que "conseguir el equilibrio perfecto es muy difícil, porque la realidad del directo es muy complicada" y que "cuando dos personas hablan no acostumbran a necesitar un moderador".
"No aceptaría un debate con ciertas reglas"
Para la periodista, este ha sido el noveno debate que modera y observa que "afortunadamente han ido cambiando": "En el cara a cara, todos los partidos aceptador las normas flexibles y eso tiene un riesgo. Ahora deciden las televisiones, los partidos ya no negocian con las cadenas. Nadie nos ha pedido nada. Yo no aceptaría hacer un debate con ciertas reglas que no nos permitieran ser flexibles durante el directo".
Dicho todo esto, Pastor no se ha querido quitar responsabilidades y también señala la distribución del plató, pues cree que la distancia entre los moderadores y los candidatos no jugaba un buen papel. Y a todo esto se le suma que "que ninguno se esperaba un Feijóo así ni un Sánchez así".