Madrid y Cataluña anunciaron que van a paralizar el calendario de vacunación y priorizar las segundas dosis debido a que no tienen suficientes como para continuar. A este problema al que se enfrentan las comunidades y el Estado, Ana Rosa Quintana ha querido dedicarle su característico monólogo de apertura de 'El programa de Ana Rosa', realizando una crítica hacia el Gobierno, al mismo tiempo que también ha cargado contra las elecciones catalanas.
Ana Rosa Quintana en 'El programa de Ana Rosa'
"Neveras vacías. La frase del día", comenzaba Quintana, que afirmaba que "las mejores mentes del mundo consiguieron las vacunas, pero los políticos no han sido capaces de distribuirlas". "El Gobierno puso pegatinas gigantes, pero no tenía un plan. Madrid y Cataluña dejan de vacunar porque no tienen dosis ni rebañando el culillo", continuaba, sumando su queja a la Unión Europea y a las farmacéuticas debido a que "en una época en la que debe primar la transparencia, lo que se impone en Europa es el corazón de las tinieblas".
Ana Rosa Quintana ponía de ejemplo lo que estaba ocurriendo en Reino Unido, donde "los británicos acusan a Bruselas de robar vacunas al Reino Unido, pero 300 millones de dosis no han llegado". Para ilustrar mejor el concepto, referenciaba un pasaje de "El jardinero fiel", escrito por John Le Carré: "El problema es la intimidación por parte de las compañías y los políticos, que impiden el debate científico y la solución de problemas", a lo que ella completaba con que "la clase política se une a este despropósito".
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Al tiempo que la periodista criticaba que Madrid y Cataluña hubieran dejado de vacunar, arremetía contra "la cita surrealista" que los catalanes tienen en las urnas en febrero: "Los contagiados no pueden salir de casa pero podrán ir a votar de 7 a 8. Los miembros de la mesa tendrán que vestirse con un EPI y los votantes se tendrán que bajar la mascarilla para reconocerles. La campaña va a ser un despiporre". Además, comentaba el hecho de que fueran a dejar a la gente acudir a los mitines antes de que "la Generalitat reculara ante las quejas de los hosteleros, que pedían que los mítines fueran en sus bares para al menos servir unos vinos entre soflama y soflama". Con tono sarcástico, la presentadora de Telecinco aseguraba que "un grupo de música ha pedido a Illa que sea su telonero para poder dar conciertos".