A pesar de su dilatada experiencia y del trabajo y la responsabilidad que supone mantener un magazine diario como 'El programa de Ana Rosa', Ana Rosa Quintana exhibe una juventud que parece imperecedera. Llevando ese aspecto juvenil por bandera, es normal que le empiecen a molestar según qué expresiones relacionadas con la vejez, como le ha ocurrido recientemente en directo.
Ana Rosa Quintana al ver que llaman ancianas a mujeres de 60 años en 'El programa de Ana Rosa'
La paciencia de Ana Rosa se colmó tras ver en su programa un reportaje referido a un adolescente de Olot que había abusado sexualmente de mujeres de 60 años. En él, dichas mujeres fueron calificadas de ancianas, lo que no debió sentarle bien a la periodista. A pesar de todo, ella iba a continuar presentando con profesionalidad, pero su compañero Joaquín Prat quiso hurgar el dedo en la herida preguntándole si quería comentar algo sobre el tema de las ancianas, y en su respuesta ya dio señales de no sentirse muy cómoda: "No me toques las narices".
La presentadora, que está cercana a cumplir 63 años, quiso justificarse con el público. Efectivamente, aclaró que no le parecía bien el calificativo usado por su colaborador, respondiéndole con contundencia: "Y si yo les digo gilipollas, ¿qué?". Añadió que estaba harta del tema, ya que había escuchado que se lo dijesen a mujeres de hasta cincuenta y tantos, cosa que no le parecía normal.
Anciana por lo legal
"Que no me doy por aludida, ¿eh? Que conste", trataba de convencer la presentadora al resto de su mesa de tertulianos, sin mucho éxito. La directora del programa, Ángels Juan, informó a través de una colaboradora de que legalmente se es anciana a los 66, pero a Ana Rosa le pareció que eso debía quedar en el pasado debido al avance de los tiempos: "En este momento llamar a una mujer de 66 años anciana me parece un poquito atrevido".
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A pesar de la clara molestia de la presentadora, el tema acabó por tratarse con jocosidad en la mesa, e incluso Ana Rosa se rió. Antes de dejar el tema, Joaquín Prat quiso pedir la palabra y la periodista le respondió con mucho sentido del humor: "Dime, pipiolo". El copresentador del espacio contestó, también en tono de broma, que podrían presentar un recurso al Tribunal Supremo para cambiar le denominación de "anciano", en referencia a la rectificación de la corte en relación al impuesto a las hipotecas tomada recientemente.