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La Ley de Memoria Democrática contiene entre sus preceptos la obligatoriedad de que los espacios privados de uso público tengan que retirar cualquier elemento franquista con el que estén adornados. Para conocer el punto de vista del dueño de un local con estos símbolos, 'Cuatro al día' se trasladó al que regenta Chen Xiangwei. Sin embargo, lo que no se esperaban era el momento tan surrealista que acabarían viviendo.
El propietario tenía claro que iba a desobedecer la Ley y, para ello, se amparaba en una serie de sinsentidos: "Voy a cumplir mi derecho a la libertad y voy a defender la Constitución, que habla de la libertad de pensamiento". En un primer momento, se mostraba tranquilo y dispuesto a tener una conversación con Ana Terradillos, quien le prevenía: "¿Tú sabes la multaza que te van a poner si no quitas ese altar que tienes ahí?". Sin embargo, él continuaba con delirios tales como "la gente que se apellida Franco... ¿Va a tener que cambiarse el apellido?".Ana Terradillos habla con el dueño de un bar franquista en 'Cuatro al día'
"La ley y la democracia defienden la justicia y la libertad. ¿Cómo se puede llamar a la Ley democracia?", espetaba ante los intentos de la reportera de que se calmara y dejara hablar a la presentadora. "Entonces muy fácil. La ley dice mañana que obliga a matar con un cuchillo a sus hijos y todos los padres sacan el cuchillo", decía ante al atónita mirada de los presentes en plató. Continuando con sus locas declaraciones, aseguraba en referencia a la Ley de Memoria Democrática que "tiene que servir para el pueblo, no para joderlo", y continuaba haciendo referencia a que quien gobierna es Felipe VI, hijo de Juan Carlos I, que a su vez es "heredero de Franco".
"Putos rojos"
Cada vez más alterado, Ana Terradillos trató de que se calmara tras los inservibles esfuerzos de la reportera: "Chen, calla un poco y déjanos preguntarte". En un momento de silencio, Javier Gallego aprovechaba para refutar el razonamiento del invitado: "Él tiene libertad para pensar lo que piensa, pero lo que no tiene es libertad para glorificar un régimen dictatorial y asesino que acabó con la vida de muchas personas". Xiangwei, cada vez más encendido, llegó a pasar a los insultos: "Este hombre es muy tonto. Cómo puede hablar así, tienes que aprender un poquito de la historia de Franco".
A partir de ese momento, no había nada inteligible para el espectador, puesto que solo se escuchaban los desesperados intentos de la reportera de calmar al dueño del bar, a Terradillos buscando mediar y al entrevistado soltando una retahíla de declaraciones sin ningún sentido ni claridad. "Hay que pensar en las víctimas del Franquismo. Nos lo podemos tomar a choteo, pero es una cuestión muy seria que afecta a muchas familias de este país", zanjaba la presentadora antes de despedirlo. Justo en el momento que afirmaba que estaban "encantados" de haberlo invitado, Chen soltaba un "putos rojos" mientras hablaba de los orígenes de Javier Gallego.
Javier Gallego rebate al dueño de un bar franquista en 'Cuatro al día'
Ese desprecio terminaba por cambiar el chip de Terradillos: "Estamos manteniendo el respeto en todo momento dirigiéndonos a ti. Es una historia muy gorda la que estamos hablando. Hay que tener respeto a las víctimas franquistas y, sobre todo, tú en tu casa puedes hacer lo que te da la gana". A continuación, 'Cuatro al día' cortaba la conexión con el dueño del bar.
"Perdonen, pero es una persona que tiene que hacer una mudanza ahora mismo en ese altar que tiene", iniciaba la disculpa la conductora del espacio de Unicorn Content. "Ha sido una conexión, desde mi punto de vista, un tanto surrealista y que ha faltado, además, el respeto a muchas víctimas. Queríamos establecer un contacto con una persona que sabe que tiene que quitar todo ese altar y no lo hemos conseguido. Disculpas por mi parte".