Los programas del corazón y sus contenidos relacionados fueron durante décadas una baza esencial en la programación de Antena 3, que veía en la crónica social una oportunidad para enfrentar a su oponente más directo en la lucha por las audiencias. Precisamente del canal del grupo Atresmedia nacerían periodistas y colaboradores vinculados a la prensa rosa, como María Patiño, Gema López o Isabel Rábago, los mismos que ya no abandonarían su puesto en televisión desde entonces y que se convertirían en rostros conocidos y familiares para el espectador.
En esa pequeña pantalla convencional en la que las audiencias se contaban en porcentajes altísimos de cuota de pantalla y en la que el público era soberano y tenía el poder de dar continuidad o cancelar un programa, el corazón parecía ser un contenido incuestionable en las escaletas. Sin embargo, y gradualmente, hubo un día de 2011 en el que Antena 3 decidió poner punto y final al último programa que le quedaba íntegramente dedicado a la crónica social, '¿Dónde estás corazón?'.
Sonsoles Ónega, presentadora de '¿Y ahora, Sonsoles?'
En aquel momento, la sombra de 'Sálvame' y su versión 'Deluxe' que hacía dos años que acababan de irrumpir en la pequeña pantalla, era especialmente alargada y lo que se creía que sería un simple cambio de formato, terminó por convertirse en una desaparición, sine die, del contenido rosa. Para entonces, Antena 3 ya había decidido apostar por una televisión más blanca y familiar.
Con la llegada de Sonsoles Ónega al canal, cuyo fichaje se anunció a bombo y platillo en el verano de 2022, la cadena parece tener la intención de recuperar algo de esa crónica social que un día se dejó en el camino en 'Y ahora, Sonsoles', como así aseguraba la propia periodista en una entrevista a este medio.
Está por ver cómo evoluciona esta nueva apuesta por el corazón o si bien acabará limitándose a dar pequeñas píldoras de los temas de más rabiosa actualidad como ya hace 'Espejo Público' durante las mañanas. Pero como decíamos, esto no siempre fue así, ya que hubo un tiempo en el que Antena 3 era la auténtica reina de corazones de la televisión española, y todo empezó casi casi desde su nacimiento en 1990.
La entrevista, táctica clave para conocer al personaje en 'Queremos saber'
Vaya por delante que no podemos comparar la forma de tratar los asuntos del corazón en 1990 con la que nacería a finales de esa misma década. Cuando Antena 3 empezó con sus emisiones, la idea de hacer espectáculo con la vida de los famosos no estaba ahí y, de hecho, todavía estaba bastante lejos de hacerlo.
Pero, sí había un sentimiento en el aire, que ha prevalecido generación tras generación, y que es la curiosidad del espectador por saber detalles y singularidades, en definitiva, saber más de los personajes famosos. Por entonces copaban portadas de revistas y parecía que todo lo que giraba en torno a ellos era sofisticación y lujo en lo que era un modo de vida bastante alejado del ciudadano real que simplemente compraba la revista de turno para trasladarse a esa vida inalcanzable, aunque fuera durante unos minutos.
Ese sentimiento de saber más de los rostros a menudo concebidos como inalcanzables siempre ha estado ahí, como decíamos. Y ese mismo modelo de las revistas fue el que inicialmente se trasladó a la televisión de Antena 3, con programas como 'De tú a tú', conducido por Nieves Herrero, y su sucesor, 'Tan contentos', presentado por Consuelo Berlanga. Ambos formatos seguían la tradicional estructura del magazín televisivo: política, actualidad y debate, acompañados de otros temas más ligeros, entre ellos la crónica social. Sin embargo, todo era muy light y la información que se daba era eso, información reportajeada que nos daba esos detalles del personaje, pero siempre con ese tono puro y distante acorde con la época, pero que hace ya tiempo abandonó la televisión española.
En esa primera fase, el modelo se fue perfeccionando poco a poco y ya solo quedaba encontrar al o la profesional capaz de saltarse la barrera impuesta por parte del personaje, por un lado y, por el otro, que fuera capaz de abandonar lo políticamente correcto. Y esa fue sin duda Mercedes Milá, que con su programa de entrevistas 'Queremos saber', consiguió ir un paso más allá y sacar el lado más personal de sus invitados y de vez en cuando alguna confesión que, todo hay que decirlo, tenía su efecto en términos de repercusión. Puede que el momento más recordado del programa, más allá de la famosa frase de Paco Umbral y su "quiero hablar de mi libro", fuera cuando en 1992 Miguel Bosé utilizó la entrevista para desmentir el bulo que aseguraba su fallecimiento a consecuencia del sida.
Miguel Bosé en el programa 'Queremos saber'
Como decimos, esto poco o nada tiene que ver con lo que luego terminaría siendo el corazón en televisión. Sin embargo, los reportajes blandos y puramente informativos de crónica social, la integración de estos temas en los programas de actualidad y las entrevistas personales sí fueron el principio de algo: todavía no se sabía el qué ni hacia dónde se dirigía, pero sí dejaba un perfil de lo que se intuía que quería el espectador y que en 1997 explotó cambiando para siempre el mundo de la crónica social.
'Sabor a ti' y 'Extra Rosa', el máximo apogeo del corazón en la cadena
En ese año, en 1997, se estrenaría 'Tómbola', el programa que daría un vuelco a la información rosa y que contra todo pronóstico no nació de una cadena nacional, sino que lo hizo en la autonómica valenciana, Canal 9. Ese primer programa lo protagonizaría Chábeli Iglesias, hija de Isabel Preysler y Julio Iglesias, que ante una novedosa dinámica en la que los tertulianos y colaboradores (entre ellos Lydia Lozano, Karmele Marchante o Jesús Mariñas) ya no halagaban al entrevistado, sino que hacían preguntas incisivas, y no tenían reparos en dejar en evidencia al protagonista si era necesario, decidió levantarse y calificarles de "gentuza". Aunque para entonces la polémica ya estaba servida, con 'Tómbola' acababa de nacer un nuevo imán televisivo que en adelante marcaría el tratamiento de la crónica social en la pantalla.
Unos meses más tardes, las cadenas adaptarían el modelo a su programación y, mientras que Telecinco dos años antes había hecho de avanzadilla a nivel nacional con su particular análisis de la prensa rosa en '¡Qué me dices!', Antena 3 estrenaba en julio de 1997 'Extra Rosa'. Este programa, enteramente dedicado al tratamiento de la crónica social con entrevistas, reportajes y un análisis profundo de los temas más relevantes que casi podía compararse con un informativo de crónica social, estuvo presentado por Ana Rosa Quintana y Rosa Villacastín.
Acompañados por colaboradores como Jorge Javier Vázquez o Nati Abascal, en 1998 Villacastín se hacía con las riendas en solitario del programa, ya que Ana Rosa Quintana se convertía en el rostro del nuevo programa de la sobremesa en Antena 3, 'Sabor a ti'. 'Extra Rosa' acabó desplazado y en septiembre de ese mismo año desapareció de la parrilla televisiva.
Fue entonces cuando 'Sabor a ti' acaparó todo el protagonismo de la cadena, consolidando la figura de Ana Rosa Quintana (que presentaba acompañada de Mon Santiso) y aunque empezó como un magazín de variedades con secciones de moda, música y actualidad, entre otras, finalmente desencadenó en un programa casi íntegramente dedicado a la crónica social, lo que confirmó las sospechas de la cadena: que el corazón había llegado para quedarse.
Ana Rosa Quintana y Rosa Villcastín en 'Extra Rosa'
Aquella decisión le valió muchas críticas, pero también grandes audiencias, las mismas que parecían divertirse con los análisis, enfrentamientos y división de opiniones mordaces en el plató, así como con las entrevistas a personajes como Julio Iglesias, Concha Velasco, Rocío Jurado, Chenoa, José Ortega Cano o Ricky Martin, en definitiva invitados para todos los gustos y edades. Fue esa también la primera etapa de Luis Rollán, Belén Esteban, Chelo García Cortés o Antonio Montero, María Patiño y Víctor Sandoval como colaboradores de la televisión.
En el 2000 Antonio Hidalgo sustituye a Santiso como pareja de Ana Rosa Quintana y en 2002 este es reemplazado por Jaime Cantizano, en el que sería su estreno nacional como presentador. Solo estuvo una temporada ya que en el último año de programa fue Esther Arroyo la que ejercería estas funciones. Ese 2003 coincidiría con la adquisición por parte del canal de 'La isla de los famosos', el equivalente a 'Supervivientes' que durante su paso por la cadena de Atresmedia recibió ese nombre. Con Paula Vázquez y Alonso Caparrós como presentadores en su primera entrega, el estreno del reality fue el revulsivo perfecto para nutrir de contenido a otros programas de la cadena, como fue el caso de 'Sabor a ti', que pasó a comentar el formato en su tertulia vespertina dándole una balón de oxígeno con respecto a las audiencias.
Y es que, no debemos olvidar que, aparte de 'La isla de los famosos', Antena 3 también sucumbió al fenómeno del reality show a través de otros programas. Uno de los más famosos sería 'El bus', presentado por Inés Ballester y Liborio García. Se trataba de un formato parecido a 'Gran Hermano' que en vez de en una casa, juntaba a doce desconocidos en un autobús con el que viajaban por todo el país, haciendo pruebas y que semana tras semana iba expulsando a sus miembros hasta declarar a un ganador con los votos del público. A este le seguirían 'La Granja' con Terelu Campos como presentadora, 'Confianza ciega', similar a 'La isla de las tentaciones', o 'El castillo de las mentes prodigiosas', entre otros.
Pero, de vuelta a 'Sabor a ti', la dicha de los realities como atractivo para el programa duró poco y, en 2004, y tras una grave crisis de audiencia de la que el formato no conseguía remontar, echaba su cierre definitivo para ser sustituido por 'A la carta', el programa presentado por Agustín Bravo que apenas duró unos meses y que pareció seguir la estela de su predecesor incorporando periodistas de la información rosa como Beatriz Cortázar, Patricia Pérez o Victor Sandoval.
Ana Rosa Quintana y Rosa Villacastín en el centro con el resto del equipo de 'Sabor a ti'
Desde entonces la crónica social no consiguió recuperar las cifras que un día encumbraron a 'Sabor a ti' y, aunque la cadena intentó revivir la franja con un peso pesado como era Rosa Villacastín con el programa 'La vida es rosa', este solo duró dos meses en antena y rápidamente fue sustituido por 'La buena onda de la tarde', presentado por Alicia Senovilla y Jaime Bores. Ambos volvían a plantear un programa de actualidad en el que la crónica social marcaba casi la totalidad del ritmo del formato con rostros clásicos de la prensa del corazón y otros nuevos que no supieron cautivar a la audiencia.
Solo se salvó 'Ahora', el programa presentado por Cristina Saavedra, que durante seis años funcionó en el horario de 20 a 21h desde el año 2000 al más puro estilo 'La vida es rosa'. En este formato no había tertulias ni análisis, pero sí se entendía como un pequeño informativo de noticias del corazón que gustó al público por la forma en la que se contaban las historias y se narraban las piezas. Sin embargo, y como ocurrió con el resto de programas, 'Ahora' tampoco se salvó de la criba y en 2006 se despedía tras más de 500 entregas emitidas.
'Cada día', el programa con María Teresa Campos al rescate que tampoco funcionó
Paralelamente al declive que gradualmente el corazón sufría en el horario vespertino, las mañanas de Antena 3 parecían imitar el modelo de Ana Rosa Quintana y 'Sabor a ti'. El camino matinal lo empezaba Alicia Senovilla con el programa 'Como la vida misma' que, tras no cumplir las expectativas quedó en suspensión y fue sustituido por otros programas, hasta que en 2003 regresó con más presencia de crónica social, con colaboradores ya reconocidos como Karmele Marchante, pero que seguía sin poder en audiencias con su máximo competidor.
Es entonces cuando Antena 3 da un auténtico golpe de efecto y ficha a María Teresa Campos, la periodista que le venía dando un constante quebradero de cabeza temporada tras temporada por sus éxitos de audiencia en Telecinco. Aterrizó en el canal de Atresmedia en el 2004 para presentar 'Cada día', el programa matinal de la cadena, pero los resultados no fueron los esperados. Con la repetida estructura de la tertulia política, la actualidad y el hueco para la crónica social, la veterana periodista no fue capaz de remontar la audiencia de la cadena. Ante esta situación, Antena 3 decide mover ficha y hacer cambios: en un intento a la desesperada por coronarse en la franja matinal decide dejar a la presentadora, pero reduce a pocos minutos la crónica social en el nuevo programa de las mañanas, 'Lo que inTeresa'.
María Teresa Campos en el plató de 'Cada día'
Esto no fue suficiente y, para 2006, la situación de Antena 3 y el mundo del corazón era la siguiente: no triunfa por las mañanas y por la tarde ha perdido fuelle. Son muchos los programas con la clásica estructura de magazín que no consiguen arrastrar a la audiencia y que terminan por fracasar a las pocas semanas o meses de su estreno. 'A 3 bandas' o 'Tal cual lo contamos' son los últimos intentos de la cadena por dar una oportunidad a la crónica social en sus tardes, aunque solo fuera como sección en sus programas, pero lo cierto es que lo hace sin éxito.
'DEC', el último cartucho de Antena 3 que desapareció en 2011
De manera que, para 2011 a Antena 3 solo le queda su último bastión en lo que a los programas de corazón se refiere, '¿Dónde estás corazón?'. El mítico programa de la noche de los viernes presentado por Jaime Cantizano, que en 2003 había aterrizado en la pequeña pantalla como la gran apuesta de la cadena por la crónica social, lo hemos dejado para el final por ser su programa estrella y el único superviviente (claro está hasta su cancelación) en ese viaje que algún año antes la cadena ya había iniciado hacia una programación ligera unida fundamentalmente al entretenimiento.
'¿Dónde estás corazón?' Llegaba a Antena 3 con María Patiño, Chelo García Cortés, Gema López, Antonio Montero y Gustavo González como colaboradores estrella y fijos del formato. Ya fuera con entrevistas o tertulias de crónica social, el formato gustaba y eso se dejaba ver en las audiencias. El programa fue escenario de momentazos televisivos como cuando Aramís Fuster se rapó en directo, así como de exclusivas como las primeras imágenes de la relación entre Ana García Obregón y Darek o las comprometidas imágenes de Antonio Canales con otro hombre en una playa; y de entrevistas y programas especiales como el que dedicaron tras el fallecimiento de Rocío Jurado.
Jaime Cantizano en el plató de 'DEC'
Sin embargo, '¿Dónde estás corazón?', que luego pasaría a llamarse 'DEC', pasó del prime time al late night marcado por el estreno del concurso 'Atrapa un millón', y ese cambio, unido al estreno dos años antes de 'Sálvame Deluxe', que le pisaba los talones, sería la sentencia de muerte definitiva para el formato. Así, en 2011 Antena 3 decidía cancelar definitivamente el último programa del corazón en su parrilla televisiva en la línea de ese progresivo cambio hacia el entretenimiento.
A 'DEC' le resultaba imposible competir con el formato de Telecinco, que no necesitaba de otros para montar su escaleta, sino que ellos mismos la fabricaban con sus propios colaboradores, presentadores y concursantes de realities, haciéndose de esta forma con el monopolio de la información del corazón, como por otro lado demostraría la progresiva incorporación de los que un día fueran tertulianos estrella al programa de La Fábrica de la Tele presentado por Jorge Javier Vázquez.
¿Y luego, qué?
Desde entonces, la cadena ha limitado la crónica social a su comentario durante unos minutos, si así lo permite la escaleta, en 'Espejo Público'. Aunque, su tratamiento nada tiene que ver con la provocación, el humor, la ironía y la acidez con la que las noticias se analizaban en su época dorada. Apenas se pone en evidencia al personaje y se transmite al espectador como una simple noticia con una tertulia blanda que no pretende suscitar ningún tipo de polémica.
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Y es que, con la decisión de poner series y concursos en las franjas horarias faltas de contenido informativo, Antena 3 hizo una auténtica declaración de intenciones: se quiso alejar de esa crónica social que Telecinco había empezado a dominar y que muchos ya criticaban por el tono con el que lo hacía, de forma que si el canal de Atresmedia quería diferenciarse no podía ofrecer el mismo tono de sus máximos competidores. Así, decidía apostar por un contenido para toda la familia desterrando un tipo de periodismo que un día le dio algunas de las mejores audiencias de su historia.