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La noche del domingo 7 de octubre de 2018 se presentaba con muchas sorpresas en 'MasterChef Celebrity 3'. Hubo que esperar hasta el final de programa para descubrir que serían dos los rostros que se despedirían de las cocinas: Antonia Dell'Atte y Jaime Nava. Todos los concursantes cocinaron ajenos a esta decisión del jurado, que fue tomada ante los dos cocinados tan por debajo del nivel que les presentaron.
Se convertían así en la quinta y el sexto expulsado de la tercera edición y se marchaban de formas bien diferentes. Mientras que la concursante optaba por decir adiós dejando su opinión bien clara, el segundo solo tenía palabras de aprecio para todos los allí presentes. Ambos, eso sí, se marcharon porque su menú de avión, bien bajo en calorías o para la clase más exclusiva, no se parecía en nada a lo presentado por Martín Berasategui.
Antonia Dell'Atte y Jaime Nava esperando a los jueces en 'MasterChef Celebrity 3']
Lo peculiar de esta eliminación fue el hecho de que los concursantes de delantal negro pudieran contar con la ayuda de uno de los salvados, si estos aceptaban la posible penalización de ser nominados a eliminación si su compañero se marchaba esa misma noche. Mientras que cuatro de los participantes sí aceptaron ayudar a los allí presentes, Carmen Lomana rechazó apoyar en cocinas a Antonia Dell'Atte, dejándola sola ante el peligro, para evitar discutir y tener más conflictos.
El cocinado conjunto de Jaime Nava y María Castro
Jaime Nava volvió, una vez más, a estar en la cuerda de la eliminación del formato, aunque esta vez sí que parecía ser la definitiva. A ninguno de los jueces allí presentes les gustó sus platos y, de hecho, así se lo hicieron saber: "tu menú era muy sencillo, has acumulado muchos errores". Además, le señalaron el hecho de que María Castro, su compañera de apoyo, había sido la persona que había llevado la voz en el cocinado. En su despedida quiso resaltar lo que han significado para él todos sus compañeros y el buen sabor de boca que le dejaban: "aquí el que gana soy yo. Son fantásticas personas, sois la leche...el secreto está en ellos". Cabe recordar que con esta despedida su compañera parte con una desventaja para su próximo programa, el delantal negro de posible eliminada.
Las lágrimas y el enfado de Antonia Dell'Atte
El complicado cocinado de este prueba llevó a Antonia Dell'Atte al límite de sus fuerzas, mostrándose derrumbada durante parte del cocinado y de la cata del jurado. Entre lágrimas reconocía no haber hecho las cosas perfectas, pero apuntaba a que se sentía impotente por la falta de ayuda de sus compañeros, la desventaja que significaba y su estado anímico: "hay una cosa que no me gusta y es ir de víctima, y eso está pareciendo. Me pasa algo raro, no soy así. Puede ser que estoy muy sensible y no porque soy fuerte...Por no insultar y atacar trago, me gusta competir con lealtad". Lo cierto es que se olvidó la mitad de los ingredientes y, como le señalo el jurado, fue el invitado el que salvó parte de los platos dándoselo en un afán de generosidad.
