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"Bueno, vamos a cortar..." eran las palabras con las que Ángel Sastre dejaba atónito a Roberto Arce este fin de semana durante una conexión de 'Noticias Cuatro Fin de semana'. El corresponsal, que debía informar desde Buenos Aires de la suspensión del partido entre Boca Juniors y River Plate, no previó que acabaría acaparando el protagonismo de la noticia por la extraña y nada profesional actitud que demostró.
Mientras Arce se apresuraba a cambiar de tema, las redes se llenaban de comentarios que especulaban sobre el supuesto estado de embriaguez del enviado especial. Dar la espalda a cámara, reírse descontroladamente, llamar "hermosuras" a las personas concentradas a su alrededor... estos y otros comportamientos llevaban a los espectadores a criticar al periodista desconociendo su situación real.Ángel Sastre (izq) estuvo secuestro con Antonio Pampliega (dcha) en Siria
Ángel Sastre fue secuestrado en 2015 junto a sus compañeros Antonio Pampliega y José Manuel López por Al Nusra, una rama de Al Qaeda, mientras trataba de informar sobre la guerra en Siria. Permanecieron 299 días apresados en condiciones inhumanas y bajo amenaza de muerte mientras los terroristas trataban de sacar partido a su liberación. Una experiencia que, como es natural, ha trastocado sus vidas incluso habiendo salido airosos de ella.
"Leo los comentarios de cientos de personas, dañinos, obviamente. Veo el escarnio público al que Ángel está siendo sometido. Y me da vergüenza. Y pena, muchísima pena", ha querido escribir Pampliega para defender a su compañero de profesión y secuestro. "Lo sencillo es machacarlo y hundirlo", reconoce, para indicar a continuación que "Ángel no está bien. Es obvio. Pero ninguno lo estamos. Porque hemos sido unos cobardes y no hemos tenido el valor suficiente de enfrentarnos cara a cara con nosotros mismos".
"Ángel, por favor, cuídate"
"Después de haber sobrevivido a un secuestro nos creímos invencibles. Hemos superado un puto secuestro. Podemos con todo. Nos creemos los reyes del mundo", reconoce, y asume haber hecho cosas mal tras una vivencia tan traumática: "Yo, después del secuestro, también aceleré y perdí el control de mi vida. Hice cientos de cosas de las que me arrepentiré el resto de mi vida. Traté a las personas que más me quieren (en especial a una) como trapos. Perdí el norte, el sur, el este y el oeste. Y me quedé sólo. Vaya que si lo hice".
"Me da pena Ángel. Muchísima. Porque le quiero. Porque me veo reflejado en él. Porque me imagino cómo se debe sentir en un día como hoy. Me duele ver como compañeros de profesión se están cebando con él echando más gasolina a su ya de por si delicada situación", se sincera Pampliega, y concluye: "Ángel, por favor, cuídate. Hazlo por los que te quieren. Pero sobretodo por ti. No te autodestruyas. Te quiero, hermano".