Seriesyonkis nació en 2007 en Murcia, donde un joven de Lorca llamado Alberto García Sola arrancaría uno de los imperios digitales más controvertidos de nuestro país. Doce años después, la sala penal número cuatro de Murcia acoge el juicio al informático murciano y a los otros tres sucesivos responsables de este cúmulo de webs, que llegaron a sumar millones de usuarios únicos y unos ingentes ingresos publicitarios.
Logo de Seriesyonkis
Por lo tanto, la estrategia de defensa es clara: la culpa era de los usuarios. Es cierto que en las webs nunca hubo espacio para obras protegidas, pero al permitir el libre albedrío de los usuarios, el flujo de enlaces que conducían al material ilegal era constante. A lo largo de la semana se tratará de dilucidar si hay argumentos legales a los que asirse para condenar tanto a García Sola como a Alexis Hoepfner, David Martínez y Jordi Tamargo, que compraron las webs en 2010.
Un impacto multimillonario en la industria
El daño económico provocado por Seriesyonkis y sus páginas hermanas varía según las exigencias de cada uno de los perjudicados. Mientras que la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales, EGEDA, apunta a una indemnización de más de 546 millones de euros, divididos principalmente entre García Sola y Hoepfner; las productoras son más moderadas y cifran los perjuicios en 9,5 millones de euros. Hasta el momento, ha predominado la voz de los acusados, pero en los próximos días diversos testigos y especialistas también se pronunciarán para exponer el relato al completo.