Los reportajes desde puntos estratégicos del narcotráfico siempre implican un plus de peligrosidad. Que se lo digan si no a los reporteros de 'El programa de Ana Rosa', que el martes 5 de marzo vivieron momentos de auténtica tensión mientras grababan en la comarca gaditana de Campo de Gibraltar, hasta donde se desplazaron la periodista Natalia Autrán y un operador de cámara para desgranar las claves y los agentes del tráfico de drogas en la zona.
Ana Rosa Quintana vivió el intento de agresión con sobresalto desde plató
A mitad de la conexión en directo, la imagen de la cámara pegó un giro de manera brusca y finalmente se cortó la retransmisión. En el plató saltaron las voces de alarma, pero Ana Rosa Quintana calmó pronto la preocupación: "Han dado un golpe a una cámara. Quiero aclarar, tanto a la familia del reportero como de nuestra compañera Natalia, que no han sufrido una agresión. Solo han arrancado el cable de la cámara, nos moveremos a otro sitio y haremos la crónica perfectamente".
Pasados unos minutos y ya mediante llamada telefónica, el plató y la reportera volvieron a contactar. Todavía con el susto en el cuerpo, Natalia Autrán compartió su versión de los hechos sobre lo que había pasado a la puerta de un domicilio que recientemente había sido objeto de registro por estar relacionado con el tráfico de drogas. "Estamos bien, con un pequeño susto, pero bien", aclaró primero la reportera.
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Imposible dialogar
"Sabíamos que había alguien dentro de la casa, pero no sabíamos que iban a reaccionar así. Han salido y no ha habido tiempo ni para hablar, como habéis visto. Han intentado agredir a mi compañero, con el cable de la cámara, han tirado el trípode, pero por suerte lo hemos esquivado, no entraba en razón y han salido a por él para que nos dejase en paz" terminó de explicar la reportera desde el lugar de los hechos.